EL PANORAMA NACIONAL
Rubalcaba se ve capacitado para compaginar todos sus cargos
El futuro cabeza de cartel socialista inicia su gira para contactar con la militancia
Número dos del Gobierno, ministro del Interior, ministro Portavoz y candidato del PSOE a las elecciones generales hasta que el cuerpo aguante. Alfredo Pérez Rubalcaba no tiene intención de renunciar a ninguno de sus cargos para atender las exigencias del partido. Al menos, de momento. «No veo incompatibilidad», alegó ayer en su primera rueda de prensa desde que fue aclamado como hombre fuerte por el Comité Federal.
Tampoco es que se mostrara inexorable. Él mismo aclaró que si finalmente ve que sus responsabilidades como vicepresidente se resienten dejará alguno de sus cargos en el Ejecutivo. Por lo pronto se va a embarcar en una gira por las federaciones del partido sin soltar lastre. Hoy irá a Andalucía, el fin de semana a Cantabria y después a Asturias. Esos son sus destinos más inmediatos, aunque no pretende dejar ningún rincón sin cubrir. «Soy una persona que construye el pensamiento oyendo a mucha gente y eso es lo que quiero hacer con mi partido», dijo.
Es un modo de que su nombramiento -acordado por José Luis Rodríguez Zapatero y los líderes territoriales para evitar que el partido saltara por los aires- alcance algo de esa legitimidad democrática que habría tenido con unas primarias auténticas. «He recibido miles de «dedazos» de compañeros que me decían que me presentará; estos días he recibido 300 «dedazos» del Comité Federal, y espero que en los próximos días recibiré el de más militantes», ironizó. Rubalcaba negó así que se haya privado a las bases del partido de decidir en igualdad de condiciones con los gerifaltes. Como también negó que su designación haya sido producto de una «conspiración» que colocó en la cuneta a la única persona que parecía dispuesta a plantarle cara, la ministra de Defensa, Carme Chacón.
De hecho, tuvo que dedicar buena parte de su comparecencia a negar muchas cosas. Porque lo que sucedió la semana pasada, desde que el lendakari», Patxi López -al que hoy se refirió como un puntal del PSOE- pidiera un congreso extraordinario que obligaba a Zapatero a dimitir como secretario general, hasta el cónclave del viernes con los «barones», pasando por la renuncia de Chacón, acaparó buena parte de las preguntas.
«Cuento con Carme» . Aseguró, por ejemplo, que no se dio por aludido cuando la política catalana atribuyó su renuncia a una «escalada» de presiones que estaba poniendo en peligro la estabilidad del PSOE y la autoridad de su líder. Pero, en todo caso, dio la cuestión por zanjada. «Tuvimos anoche una larga conversación telefónica en la que le dije que contaba con ella, y ella me dijo que iba a ayudarme en todo lo que necesite», señaló. Afirmó que no le inquieta que no vaya a haber un congreso federal como pedían algunos sus partidarios. Es decir, que le da igual no ser secretario general y tener que convivir en una bicefalia con su aún «jefe». «Somos muy buenos amigos, se podría decir que íntimos -acentuó- y sé que no voy a tener el más mínimo problema».