Fernández: «Voy a ser más elegante que el alcalde, le doy la enhorabuena»

«Bueno, ¡vamos!». En pleno aplauso tras el discurso de veinte minutos del nuevo alcalde, el ex regidor decidió no esperar ni un segundo más para abandonar el consistorio de San Marcelo. A la orden de Francisco Fernández, todos, los nueve ediles de su equipo, se levantaron al unísono y trataron de irse con la mayor discreción posible para evitar el contacto con el público que abarrotada la sede municipal. Ni siquiera esperaron a la tradicional foto de familia.

A la salida, abucheos, insultos y gritos de los «indignados» contra los socialistas, que obligaron a estrechar aún más el cordón policial que les vigilaba para evitar altercados que ya se veían avecinar.

El grupo en bloque se dirigió a toda prisa a la cafetería del Conde Luna y allí el ya ex alcalde pudo relajarse con un café en compañía de los suyos, después de los momentos de tensión vividos en la sesión constituyente, sobre todo, en el momento del discurso de Emilio Gutiérrez y su lluvia de críticas hacia la gestión del equipo de gobierno saliente. Un gesto serio y contrariado, el de Fernández, que sólo cambió en algunos momentos en que bromeaba con sus ediles o sus ex socios, los leonesistas.

Ya en el Conde Luna, no quiso valorar las palabras del nuevo alcalde y sus críticas dirigidas a varios frentes de su gestión, evitó la confrontación y trató de ser lo más diplomático posible.

«Voy a ser más elegante que el alcalde y le voy a dar la enhorabuena por la Alcaldía», recalcó. Francisco Fernández avanzó que realizarán su papel de oposición «con respeto y rigurosidad».

Restó importancia en todo momento a la ausencia de su grupo de concejales en la foto que tradicionalmente se hace la nueva corporación tras su toma de posesión. «No es una tradición, nadie nos dijo que había foto; si hay foto nos quedamos», replicó.

Respecto a su futuro, esbozó una sonrisa irónica, y trató de zafarse de respuestas concretas. No quiso desvelar si pedirá de forma inminente su reincorporación a la Caja, simplemente se limitó a contestar: «Seguiré aquí, ya veremos qué pasa».

Después, el grupo le reclamó para una foto, sólo de socialistas, en las escalinatas del Conde Luna. El lunes se reunirá con sus concejales ya en la planta quinta del Ayuntamiento, el lugar destinado a la oposición. Tienen que decidir muchas cosas: quiénes integrarán las comisiones, los que tendrán las dedicaciones exclusivas que consigan en la negociación con el PP, puestos de confianza, áreas de fiscalización de cada uno...

Días antes, en la despedida de la corporación Fernández hizo un comentario que ha dado mucho que hablar en la capital: «Quizá llevamos a esta ciudad hacia el futuro demasiado rápido, los ciudadanos no pudieron ni asimilarlo ni reconocerlo; a veces uno muere de éxito».

Reconoció también su derrota en las urnas: «No hemos tenido suerte, pero estoy orgulloso del trabajo realizado por el equipo de gobierno».

Igualmente, resaltó que para él había sido «un orgullo y un honor» ser alcalde de la ciudad durante seis años. Eligió su momento de más satisfacción del mandato: la supresión para siempre del paso a nivel de El Crucero, por su significado histórico para la ciudad.