Leonesas con bastón de mando

En el año en que se cumple el 80 aniversario del voto femenino, las leonesas con bastón de mando han batido un nuevo récord histórico en la provincia, aunque siguen siendo minoría: desde el 11 de junio gobiernan en 36 sobre 175 municipios al mando de hombres. Son ocho más que en las últimas elecciones locales.

Hay alcaldesas en el 16,5% de los ayuntamientos leoneses, diez veces más que tras las primeras elecciones municipales de 1979. El gran salto de las mujeres a la arena política se ha dado en las elecciones municipales celebradas desde mediados de los 90 a ahora.

Un denominador común es que la mayoría de las alcaldesas han sido elegidas en municipios en los que no es obligatoria la paridad en las listas municipales, aquellos que tienen menos de tres mil habitantes. El poder de las mujeres está focalizado en el mundo rural. Tan sólo dos alcaldesas, la de Astorga y la de Villablino, ambas socialistas, gobiernan en ayuntamientos de más de diez mil habitantes.

Son «jóvenes» en la política. Sólo una, Lina Freire, la alcaldesa socialista de Cabrillanes, accedió al bastón de mando en el estreno de los ayuntamientos democráticos en 1979. Freire dejó la política en 1987 y regresó veinte años después. Ha revalidado con cinco sobre siete concejalías, pese a la dispersión del voto.

La más veterana es la popular Agustina Álvarez, de Cubillas de Rueda, que cumple diecisiete años de alcaldesa. De las 35 electas -falta por ser proclamada Ana Rosa Sopeña en Benavides de Órbigo- un total de 25 repiten en el cargo, la mayoría por segunda vez, y diez se estrenan como regidoras de sus municipios. La alcaldesa de Santa María de Ordás, Milagros González, ya tuvo el bastón de mando en el mandato 2003-2007.

Una buena parte de las alcaldesas que repiten por segunda vez y estaban en minoría han ganado ahora con amplio respaldo. Ana Isabel Ferreras, en Gradefes, ha conseguido la primera mayoría absoluta del PSOE en este ayuntamiento. Carmen Mallo arrasó en Murias de Paredes con seis sobre siete concejalías. Arancha Lozano ha logrado la mayoría absoluta como candidata Partido Popular después de un mandato en minoría.

Revalidan mayoría Avelina Martínez Suárez en Santa Colomba de Curueño y Manuela García Robles en La Vecilla, ambas del PP; y gobiernan en minoría o con pacto Carmen González en Garrafe de Torío y Gloria Pérez en Sancedo, también del PP.

La gran mayoría de las alcaldesas pertenecen al Partido Popular. En concreto, un total de 25 han concurrido por las listas de este partido en sus respectivos municipios. El PP tenía en el anterior mandato un total de 17 alcaldesas. El PSOE tiene nueve alcaldesas, una menos que en las anteriores elecciones, aunque cuenta las dos alcaldías gobernadas por mujeres en municipios de más población, Astorga y Villablino.

La UPL pasa de tener una a dos alcaldesas. Repite Leonisa de Lucas en Villamartín de Don Sancho y se incorpora Mariló Maroto como primera edil de Magaz de Cepeda. Salida de las filas socialistas, la nueva alcaldesa aún ostenta el cargo de presidenta de la Mancomunidad de La Cepeda. «De siete concejalías, somos cuatro mujeres y tres hombres», subraya Maroto, reacia a hacer distinciones por sexos. «Aportamos cosas igual que los hombres, no por ser mujer se es mejor o peor», recalca. De profesión enóloga, su objetivo es «acabar con la sensación de abandono» del pueblo, rematar la concentración parcelaria e intentar potenciar el turismo.

 

La más joven. La alcaldesa de Maraña, la popular Rosa Nieves Rodríguez, con 32 años «recién cumplidos» es la más joven. Titulada en ingeniería informática también mira al turismo como el único recurso capaz de fijar población en el municipio, aunque ella misma reside fuera de Maraña. «Que más quisiera yo que poder vivir en el pueblo, hay que trabajar», comenta.

Una decena hacen historia en su municipio al convertirse en la primeras alcaldesas. Sin experiencia política y única candidata, Cristina López García, de 34 años, ha dado al PSOE una mayoría absoluta sorprendente. «Estoy agradecida a todo el pueblo de Valderas», subraya esta empresaria que regenta una academia de informática. No tiene claro que «las mujeres aportemos algo nuevo a la política» porque «acabo de llegar», admite, pero está convencida de que «tenemos otra forma de ver las cosas en cuanto a igualdad y a la gestión de la contabilidad». Su reto, la transparencia y el trabajo por Valderas.