la última promoción
«Hombre o mujer, hay que estar siempre muy serio»
Cristina González renunció a una plaza en el Ejército del Aire para ser policía local. «Elegí la Policía Local por quedarme en León», señala. Aprobó primero en Benavente y hace dos años se incorporó a la plantilla de la Policía Local de León en la U-Trafic, que es el primer destino al que entran los nuevos agentes en León. Es una de las motoristas que trabajan en la capital: «Somos las patrullas que llegamos antes por la facilidad de las motos».
Tiene la licenciatura de Inef, Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, aunque la titulación que se exige para acceder a este cuerpo es el Bachillerato. En la academia de Ávila, donde actualmente se forma a la policía local de Castilla y León, el perfil de los aspirantes es mayoritariamente de personas con titulaciones superiores.
Las marcas en las pruebas físicas fueron la única diferencia con respecto a los hombres en la oposición. «Fue muy difícil, eran muy pocas plazas (siete) y muchas solicitudes (200)».
Dentro del cuerpo se ve «como uno más: tanto entre compañeros, como con los jefes, en los vestuarios, en la patrulla por parejas...» y en la calle, apunta, «la gente cada vez está más acostumbrada a ver mujeres policías. Hay mínimos casos en los que no les sienta bien o se quedan mirando al verme». No obstante, cree que en su oficio, «seas hombre o mujer, hay que estar siempre muy serio». Personalmente, a ella le gusta «ser uno más, no me gustaría que por ser chica me hicieran diferencias», matiza.
«Hay quien se queja de que las marcas en las pruebas físicas sean diferentes», pero está convencida de que en iguales marcas, «alguna mujer podría superar las pruebas físicas», pero teniendo en cuenta que «hacen falta mujeres en servicios como cacheos a mujeres y a menores el aporte de la mujer también es importante», subraya. La experiencia le ha hecho desmitificar la imagen de la policía. Está «encantada. Volvería a elegir ser policía», afirma.