Apoyo de Herrera a los desempleados

«Juro por mi conciencia y honor del cargo de presidente de la Junta de Castilla y León». Ayer se hizo efectivo el juramento y la toma de posesión de Juan Vicente Herrera como presidente en su cuarto mandato al frente del Ejecutivo autonómico. Y al igual que hiciera en su discurso de investidura, Herrera fijó su objetivo en los «doscientos mil paisanos que son la muestra más dura de las dramáticas consecuencias de la crisis, para decirles que nunca es demasiado repetir que no están solos y que aquí estamos para ayudarles», y que su nuevo Gobierno está para trabajar en común por la creación de empleo y para sacar adelante un proyecto de Comunidad. «Tengo la voluntad de dirigir un gobierno abierto a todos los ciudadanos, que necesita el apoyo y la participación de todos, de manera que estemos a la altura de servir y ser útiles a los castellanos y leoneses», explicó en un emotivo discurso. Además insistió en que sus «claras prioridades se basarán el momento de dificultad» en el que viven los ciudadanos, «en un autonomismo útil con una acción de gobierno que irá de la mano en acciones dinámicas» con el fin de favorecer una rápida recuperación económica con la creación de empleo y servicios básicos de calidad, propuestas que ya avanzó en su programa electoral.

En los escaños del hemiciclo, y en representación del Gobierno de la nación, se encontraba Manuel Chaves, vicepresidente tercero y ministro de Política Territorial, a quien Herrera dirigió sus primeras palabras y le ofreció «total lealtad», aunque tampoco se olvidó de ser reivindicativo. Herrera trató temas pendientes como las infraestructuras, «la estrechez del modelo de financiación autonómica y el desarrollo del Estatuto de autonomía» con el fin de conseguir las transferencias de gestión de la Cuenca del Duero y de Justicia, «que deben ser nuestro cometido» afirmó.

También sentado en la bancada del hemiciclo estaba el recién nombrado presidente de La Rioja, Pedro Sanz, que le devolvió la visita a Herrera, ya que éste acudió el sábado pasado a su toma de posesión en San Millán de la Cogolla. Con él bromeó sobre las discusiones de si los vinos de Castilla y León son mejores que los de la Rioja -"«en eso no hay duda amigo Pedro»-" o sobre el origen del castellano, «que por eso se llama castellano digo yo». A su vez remarcó que la apuesta de colaboración de ambas Comunidades «ha sido ejemplar».

En su discurso también quiso destacar la labor realizada por los vicepresidentes de la Comunidad. «Un hombre de sobrada fortaleza que tuvo el mérito de poner en marcha este proyecto en 1983 ante el escepticismo de la sociedad» en referencia a Demetrio Madrid, y también «su continuidad» por Constantino Nalda. De Jesús Posada señaló su «mesura que siempre es un ejemplo a seguir», y finalmente a Juan José Lucas le definió como «mi maestro y mi mentor que me dio las primeras lecciones de política». En sus agradecimientos también hubo palabras para los líderes populares Ana Mato y Esteban González Pons, alabó la labor de las instituciones de autogobierno y de los representantes parlamentarios en la nación «que tienen la gran responsabilidad de defender los intereses directos de Castilla y León».

En último lugar agradeció la presencia de su familia.