La policía avala que Bateragune fue parte de la estrategia de ETA
Asegura que Otegi no actuaba de una manera independiente
Espaldarazo de la Policía a la tesis de la Fiscalía de que Bateragune estaba al servicio de la estrategia de ETA. Un perito de la Unidad Central de Inteligencia (UCI) aseguró ayer en la Audiencia Nacional que fue la organización terrorista la que ordenó a finales del 2008 a la ilegal Batasuna y a Arnaldo Otegi, en particular, crear un «polo soberanista», del que estuviera excluido el PNV para relanzar la izquierda aberzale y robar así al partido de Iñigo Urkullu la «hegemonía política» en Euskadi.
«Todo forma parte de un mismo conjunto», explicó el mando de los servicios de Información durante la sexta sesión del juicio en el que líder de Batasuna y otros siete dirigentes independentistas se enfrentan a penas de entre diez y catorce años de cárcel por el intento de refundar la coalición ilegalizada. Por primera vez desde que la semana pasada arrancara este proceso, se empezaron a escuchar las acusaciones concretas contra Otegi y sus compañeros de banquillo. Según la tesis policial, «ETA es la dirección y Bateragune ejercía la codirección en el ámbito político». «Bateragune era una comisión de dirección superior y única de la izquierda aberzale», una suerte de «comisión de la que forma parte Ekin (aparato político de ETA) pero no sólo, también están representados los responsables de las distintas organizaciones de la izquierda aberzale», detalló el jefe policial.
Senda marcada por ETA. El funcionario 19.242, uno de los mandos que dirigió la investigación, relató que Otegi no obraba de forma independiente, tal y como sostiene su defensa, sino que seguía la agenda marcada por la dirección terrorista.
Fue ETA, prosiguió el mando policial, la que en diciembre de l2008 decidió dar «parones en la violencia» para «aglutinar a los agentes políticos sociales e independentistas». Para ello ordenó a Batasuna, que es el «referente de la izquierda aberzale», la creación de esa «comisión» que tenía como objetivo la «convergencia de formaciones independentistas» con el fin de arrebatar la «hegemonía» al PNV y convertir a la izquierda aberzale en «interlocutor ante el Estado».