Tributo al castaño en la Casa de las Gentes de Balboa

El Año Castaño es el tributo de la Casa de las Gentes de Balboa al milenario árbol que marca el paisaje y la cultura tradicional de estas tierras del noroeste. La exposición temporal muestra el equilibrio entre la naturaleza y la acción humana. Recoge desde la experiencia de la plantación hasta su transformación en madera para usos diversos: paneras, cribas, telares, pupitres, escaños... Todo salía del tronco del castaño.

La Casa de las Gentes de Balboa es en sí misma un homenaje al castaño y a las gentes que vivieron bajo su cobijo protector y nutritivo durante siglos. Y una herramienta de desarrollo rural para que la «cultura forme parte de la oferta de turismo», precisa Pepe Alonso, su coordinador.

«Como ser vivo que soy, disfruto del tacto de tus dedos. Acaricíame», reza una de las esculturas de Domingo de Cantexeira, que forman parte de la exposición permanente. Este singular artista, enraizado en su tierra, es el ideador y reciclador de este polideportivo en centro cultural, oficina de turismo y salón de actos que acoge también bodas y reuniones de empresa. En un año ha recibido 15.000 visitantes. Y son muchos los que repiten y traen a más gente, los «traedores», los han bautizado.

El suelo es una «aira da pedra», lugar donde se venteaba el centeno, la balaustrada incorpora elementos ancestrales como la teiroa (pieza del arado romano. También hay un reciclaje funcional: un castaño arrancado de un soto que ahora atraviesa la A-6 sujeta preside la escalera. Las madereras sólo aprovecharon las partes rectas para tablones. El reciclaje va más allá del castaño y de Balboa. El suelo del primer piso se sujeta con vigas de bateo de mejillones de Galicia.