La Iglesia custodia en Valladolid los nombres de 1.157 -˜caídos-™ leoneses
El Santuario Nacional de la Gran Promesa guarda en una cámara acorazada los libros del franquismo Los documentos fueron llevados en peregrinación desde todas las diócesis tras acabar la contienda Las parroquias apuntaron a los que consideraron
En una cámara acorazada, junto a valiosas piezas de arte religioso. En este medio se conservan los libros de difuntos de los caídos en el bando nacional durante la Guerra Civil española, valiosos documentos elaborados a mano por cada una de las diócesis españolas tras acabar la contienda y cuyo contenido queda desvelado ahora que están a punto de cumplirse los 75 años del alzamiento militar de Franco. La cámara de seguridad descrita está en el Santuario Nacional de la Gran Promesa, en la ciudad de Valladolid. Allí se encuentra el listado más completo que se conoce de las personas, todos ellos hombres, que perecieron en la «santa cruzada» y por ello fueron considerados mártires en el seno de la Iglesia Católica.
El libro correspondiente a la provincia de León recoge un total de 1.157 identidades. Está editado en formato cuartilla. La portada representa a un hombre con traje militar abatido por el estallido de una granada. En el dibujo también se proyectan las montañas leonesas y la bandera de España. Encabeza el libro un escudo con el león rampante. Dentro, los nombres y apellidos manuscritos de los caídos , diferenciados por comarcas que seguramente coincidían en su día con arciprestazgos: León, Astorga, La Bañeza, Murias de Paredes, Ponferrada, Riaño, Sahagún, Valencia de Don Juan, La Vecilla y Villafranca del Bierzo, territorio este último que más páginas aporta al libro. Otros apartados, como Riaño, Astorga o La Bañeza, aparecen vacíos. Están todos los libros de las provincias españolas, excepto cuatro, que han desaparecido. Badajoz y Salamanca enviaron los libros más gruesos. Hay, en total, 113.178 caídos por Dios y por España, expresión que responde a la iniciativa promovida por Franco, el arzobispo de Valladolid y el cardenal Isidro Gomá tomando una idea del Papa Pío XI. El pontífice expresó en múltiples ocasiones su convicción de que estos muertos fueron auténticos mártires.
Hoy, los álbumes están custodiados por el rector del santuario, Vicente Vara. Relata que, tras acabar la Guerra Civil, y durante mucho tiempo, la basílica pucelana fue el punto de encuentro de peregrinaciones que llegaron de toda España para entregar sus libros. Además de los cientos de leoneses que aparecen en estos listados, cada diócesis también envió el martirologio de sus sacerdotes, obispos, religiosos y religiosas y seminaristas. La Diócesis de Astorga contó 16 sacerdotes y siete seminaristas, mientras que la de León envió los nombres de 27 sacerdotes asesinados, dos más muertos en el frente y siete seminaristas. Es imposible conocer la cantidad ni los nombres de los religiosos porque su registro se realizó por órdenes religiosas y no por provincias. Aunque los álbumes de los caídos enviados por las diócesis están muy trabajados, los verdaderamente sorprendentes son los libros que recogen las identidades de la jeraquía de la Iglesia Católica, trabajados con filigrana y pinturas artísticas. En su introducción, todos ellos argumentan el martirologio con una petición al Cristo de los Mártires.
El santuario ha sido objeto de peregrinaciones desde que se estableció en 1941. Han sido muchos los que han llegado desde entonces hasta los pies del Cristo Rey de los Mártires, donde se guardaba la relación de nombres hasta que fue trasladada a un lugar más seguro del templo. Sobre todo, los libros que siempre han sido objeto de visita son los que recogen las identidades del ámbito eclesiástico. Según los datos que obran en poder de este santuario, durante la Guerra Civil fueron asesinados 4.108 sacerdotes, 244 seminaristas y 2.514 religiosas y religiosos.
Los datos de civiles custodiados por la Iglesia en Valladolid no se corresponden con ningún otro de los archivos relativos a los caídos del bando nacional. Mientras que estos cuadernos recogen en conjunto más de 110.000 nombres, en el Valle de los Caídos figura un registro con menos de 34.000, aunque hay que tener en cuenta que en el mausoleo de Cuelgamuros podría haber hasta 60.000 personas enterradas, puesto que más de la mitad de los inhumados llegaron en su día a Madrid procedentes de fosas comunes en las que fue imposible identificar los cuerpos. Por esta razón, los álbumes conservados en el Santuario Nacional de la Gran Promesa son de gran valor histórico, pese a que no constan en la mayoría de los archivos. No obstante, el Arzobispado de Valladolid ha digitalizado todo el material y lo ha colgado en la Red, a pesar de que actualmente es imposible acceder por cuestiones técnicas al fondo documental. El listado nominal, que este periódico pone a disposición de sus lectores, sólo ha sido objeto de estudio para un libro, el escrito por el historiador Ricardo de la Cierva 113.178 caídos por Dios y por España. Garzón, un juez contra la historia .
Resulta llamativo que ninguno de estos nombres formen parte del legado documental que está favoreciendo la Ley de la Memoria Histórica y que ningún investigador haya cotejado los nombres con los de otros archivos para ampliar este censo. «No viene gente todos los días, pero las consultas en los libros son muy habituales», comenta el rector del santuario. Durante el encuentro, el sacerdote explicó que desde 1996, fecha en la que se hizo responsable de este valioso archivo, han sido muy pocos los investigadores que se han interesado por su contenido. Actualmente, ha surgido una nueva iniciativa en Internet denominada «Los otros nombres, héroes y mártires». La dirección de la web es 1936-1939.com. Se trata de un nuevo proyecto, vinculado al portal Historia en libertad, que tiene como objetivo declarado «la publicación de las relaciones nominales de los caídos por Dios y por España que se conservan en el Santuario Nacional de la Gran Promesa de Valladolid». «Hay que destacar -”explican desde el portal/blog-” que el trabajo será complejo, pero la buena voluntad de se ve claramente y por eso es oportuno reclamar la colaboración de todos los que creen en que otra memoria es posible, y nos referimos a la memoria de España».
Este foro pretende publicar todos los nombres porque incluyen «a todos aquellos que fueron asesinados en la retaguardia y a los caídos en los frentes de combate de manera complementaria. Para ello se pide la colaboración ciudadana, entre otras cosas para que remitan fotografías de los caídos y de los lugares relacionados con ellos.