Diario de León

en la sierra madrileña

«Ya está enterrado; el pasado es mejor dejarlo en su sitio»

La intención del Gobierno de convertir el Valle de los Caídos en un «mausoleo neutro» se encuentra con la feroz oposición de los familiares de enterrados, incluidos los de Franco Hace escasos días, salía de Mon

Visita del Generalísimo a las obras de construcción del Valle de los Caídos.

Visita del Generalísimo a las obras de construcción del Valle de los Caídos.

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«Ya está enterrado, así que el pasado es mejor dejarlo en su sitio», defiende un familiar, muy mayor, de uno de los 18 leoneses exhumados en León y traslado después al Valle de los Caídos. Es la primera cifra y los primeros nombres que aporta el mapa de fosas elaborado por el Ministerio de Justicia a tenor de la Ley de la Memoria Histórica. Se trata de 18 hombres cuyos cuerpos permanecían en ocho lugares de enterramiento distintos. El paso de los años ha borrado la pista sobre sus descendientes o familiares directos y este periódico sólo ha podido localizar en un remoto pueblo de León al hermano de uno de ellos, al que le falla la memoria. Su entorno pide anonimato y renuncia a recuperar la historia del fallecido. Tampoco piensan reclamar los restos ni creen que sea ya necesario, en sintonía con lo que han solicitado formalmente 64 familias españolas. De los otros 17 exhumados en León y trasladados al Valle de los Caídos no hay rastro. Por sus apellidos -”Pal, Carlier, Mosqueiro, Portiño-” es probable que ni siquiera hubieran nacido en la provincia y que su muerte en este territorio fuese meramente circunstancial.

Pero éste es un nuevo episodio de la memoria histórica que acaba de empezar. A partir de ahora se abre un amplio campo a investigadores, historiadores y periodistas, puesto que estos datos son sólo «una primera aproximación», admiten desde el Ministerio de Justicia. Toda la información incorporada hasta la fecha es una versión inicial del mapa de fosas y su cumplimentación será un proceso continuado y dinámico, en el que todavía faltan por señalizar lugares de enterramiento ya localizados. A través de su web, este mapa estará sujeto a la incorporación de nuevas localizaciones y a una actualización constante de los datos incluidos en fosas ya localizadas. De partida, la única fuente oficial sobre leoneses enterrados en el Valle de los Caídos es ésta, lo que da idea del trabajo que queda por hacer para identificar, en el caso de que sea posible, a todos los leoneses inhumados en este conjunto monumental situado en el término municipal de San Lorenzo del Escorial. El Estado, a través del artículo 12.2 de la citada ley, asumió el encargo de confeccionar un mapa integrado de todo el territorio español en el que constaran los terrenos en que se han localizado restos de personas desaparecidas violentamente durante la Guerra civil o la represión política posterior. A este mapa se han incorporado los datos remitidos por las distintas administraciones públicas competentes, para lo que se han firmado los correspondientes convenios de colaboración con varias comunidades autónomas, entre las que no está Castilla y León. Por tanto, los datos del mapa proceden de la información aportada al Ministerio de Justicia por asociaciones, fundaciones y entidades dedicadas a actividades de recuperación de la memoria histórica cuyos trabajos de investigación han recibido subvenciones.

Pese a que se cumplen cinco años desde que se engendró la Ley de la Memoria Histórica, todavía hoy llegar a determinadas fuentes no resulta fácil. Por ejemplo, acceder a la información sobre alguno de los 33.847 nombres que figuran en el censo del Valle de los Caídos, para lo que existen tres vías: Patrimonio Nacional -“el Palacio Real de Madrid conserva un libro con los -˜caídos-™ por provincias-, los tres libros de registro que custodian los monjes benedictinos con las anotaciones de los enterramientos en la basílica y el mapa de fosas del Ministerio de Justicia. Pero las dos primeras fuentes tan sólo ofrecen la posibilidad de saber si una determinada persona está enterrada en este punto de Cuelgamuros y la última tan sólo recoge 18 identidades vinculadas a León. «A medida que los restos iban entrando, todo se anotaba en un libro de registro, pero hay que recordar que muchos de ellos, entre el 50% y el 60%, eran restos no identificados. Hay casi 34.000 censados, por lo que es posible que haya 60.000», valora el presidente de la Asociación en Defensa del Valle de los Caídos, Pablo Linares. Y es que, recuerda, «hasta el año 1983 siguieron llegando restos». Esta entidad nació en el año 2009 con el fin de defender el denominado Monumento Nacional de los Caídos, promocionarlo y atender a quienes soliciten información sobre los enterramientos en el valle madrileño de Cuelgamuros.

El Gobierno estudia la delicada cuestión de exhumar los restos de Franco y de Primo de Rivera para convertir el mausoleo en un lugar neutro de homenaje a todas las víctimas de la Guerra Civil. Una comisión de expertos ya ha visitado este conjunto monumental coronado por una cruz de cien metros que se puede ver desde varios kilómetros a la redonda y tiene cinco meses para decidir su futuro. El planteamiento del Gobierno es trasladar los restos del caudillo y de su mentor, fundador de Falange, a los respectivos panteones familiares, pero la invitación se ha encontrado de frente con la feroz oposición de los Franco, a juzgar por las declaraciones realizadas a los medios nacionales por la hija del dictador, Carmen Franco, de 85 años, quien deferá mantener los restos en la basílica. «Nosotros no damos legitimidad a esta comisión porque adolece de objetividad», afirma Pablo Linares. Se refiere expresamente a las declaraciones realizadas recientemente por uno de sus miembros, el profesor de Historia en la Universidad de Barcelona Ricard Vinyes, en las que afirmaba: «El patrimonio es tan mortal como lo somos nosotros porque es humano».

En las antípodas de esta asociación está el denomiado colectivo Europa Laica, que exige «el desmantelamiento del conjunto monumental , comenzando por su gigantesca cruz, y la salida de los monjes como medida de regeneración democrática y de actitud laica irrenunciable, para que sus instalaciones, de titularidad pública, puedan dedicarse a fines culturales y a la memoria democrática».

También Franco habló en una ocasión de ello. Fue en 1958 con motivo de la polémica que habían suscitado los enterramientos en el valle. El teniente general Francisco Franco Salgado-Araujo, además de primo hermano del dictador, fue su secretario pers onal durante años. En su libro Mis conversaciones privadas con Franco transcribe una conversación con el generalísimo. «Le digo que en algunos sectores había sentado mal que se pudieran enterrar en la cripta lo mismo los que cayeron defendiendo la cruzada que los rojos, que para eso aquellos están bien donde están. Y que también había oído elogios suyos diciendo que estaba inspirado por la Iglesia Católica», le dice el autor. Franco responde: «Es verdad que ha habido alguna insinuación muy correcta sobre el olvido de la procedencia de bandos en los muertos católicos. Me parece bien, pues hubo muchos en el bando rojo que lucharon porque creían cumplir un deber con la república, u otros por haber sido movilizados forzosamente. El monumento no se hizo para seguir dividiendo a los españoles en dos bandos irreconciliables».

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