Carrasco pretente revitalizar la Diputación para luchar contra la crisis y el desempleo
Incide en la necesidad de austeridad, la búsqueda de financiación y la apuesta por el mundo rural
La alcaldesa de Mansilla, Mari Paz Díez, fue la encargada de entregar el bastón de mando a la presid
«Es la hora de revitalizar el papel de las diputaciones». Una misión que marcará el segundo mandato de Isabel Carrasco. En pleno debate sobre el futuro de estas administraciones, la presidenta enfatizó en su discurso de investidura la necesidad de que la institución provincial sea «un motor que ayude en la lucha contra la crisis y el paro». También realizó una «defensa a ultranza» del futuro de estas entidades «frente a los ataques de aquellas personas y partidos que equivocadamente abogan por su eliminación».
Y también como puntos fundamentales del mandato, Carrasco avanzó -”con el objetivo común de «trabajar por León»-” conseguir que la Diputación sea «la casa de la provincia, donde todos los ayuntamientos se sientan representados». Además, una apuesta «decidida de esta institución por el mundo rural» y un eje fundamental ya presente en el mandato recién finalizado: la austeridad, así como la búsqueda de financiación y la creación de empleo.
Isabel Carrasco fue proclamada ayer de nuevo como presidenta de la Diputación con el respaldo de los quince representantes del PP, en una elección en la que PSOE y UPL decidieron votar en blanco.
Consciente de que la crisis económica es en estos momentos la verdadera protagonista de las instituciones, explicó que esta situación obliga a nuevos planteamientos. Seguirá adelante con el plan de austeridad ya iniciado en el pasado mandato. «Una austeridad en la que insistiremos día a día, pero que no debe de ser entendida por los ciudadanos como la eliminación de servicios o la reducción de su calidad». Anunció un plan de ahorro y el fomento de la cooperación intermunicipal para que los ayuntamientos puedan ofrecer servicios determinados de forma conjunta para reducir gastos y ganar en eficiencia.
Ante la crisis y la merma de ingresos, la presidenta clamó que las diputaciones y ayuntamientos cuenten con un marco de financiación estable. Desde la Diputación de León, Isabel Carrasco apostó por la generación de «más recursos propios con un plan de mejora de la gestión de los servicios y una reorganización de nuestra estructura administrativa».
A la Junta tiene previsto reclamar el desarrollo del Pacto Local para «lograr la financiación suficiente para la óptima prestación de los servicios municipales. Reivindicará, en este sentido, un pacto para que estas instituciones dispongan de una «mayor autonomía administrativa y política y poder mejorar la prestación de servicios».
Y al Gobierno central le pedirá que aborde la reforma de la financiación local y «la tan demandada segunda descentralización que permita clarificar el sistema competencial y dotarnos a las diputaciones y ayuntamientos de los medios suficientes».
El futuro de las diputaciones también preocupa a la presidenta. Recordó, a quienes abogan por su desaparición, que el papel de estas instituciones está reflejado en la Carta Magna y cualquier variación «conllevaría una reforma constitucional». Reivindicó nuevas competencias, «siempre y cuando estén acompañadas de la financiación oportuna» y recalcó el compromiso del PP de crear una Carta Provincial de Servicios.