Álvarez-Cascos asegura no tener «vértigo» a un gobierno en minoría en Asturias
Cascos, durante el discurso de investidura.
Francisco Álvarez-Cascos inició ayer el examen de la sesión de investidura que el próximo viernes culminará con su designación como nuevo presidente de Asturias apoyado en una minoría reducida a 16 de los 45 diputados que componen la cámara regional. El exvicepresidente del Gobierno, único candidato que se ha presentado después de que PSOE y PP desistieran de hacer lo propio con sus cabezas de lista, fue desgranando una a una las iniciativas políticas que pretenderá llevar a cabo durante los próximos cuatro años. Y lo hará, aseguró ayer, sin ningún «vértigo» a su insuficiente mayoría. «No vamos a fallar. Entre todos podemos. Nadie es imprescindible, pero todos somos necesarios», apeló al resto de los grupos.
Durante su discurso Álvarez-Cascos avanzó que procederá a una «drástica» reducción de la administración autonómica, rebajará la cuantía de algunos impuestos u ofrecerá una ayuda de 2.000 euros por hijo «para gastarse en comercios del Principado», con el fin de estimular la natalidad en la comunidad autónoma. Además, Foro Asturias implementará la libre elección de centros educativos y sanitarios. En cuanto a medidas para paliar la crisis, abogó por la creación de un fondo estatal para ayudar a aquellas personas que se vean obligadas a refinanciar sus hipotecas. Para paliar el paro aprobará un Plan Autonómico de Empleo que, entre otras medidas, incentivará la contratación de jóvenes y personas que tengan a toda su familia en paro.
1397124194 «Que vuelva al siglo XXI». El futuro presidente del Principado tuvo un gesto de su cortesía hacia su predecesor en el cargo, Vicente Álvarez Areces, quien ha estado 12 años al frente de la comunidad. «Durante sus mandatos ha habido sombras, pero también algunas luces», manifestó. Sin embargo, la mano tendida de Álvarez Cascos no pareció convencer al que será el principal partido de la oposición. El diputado socialista Fernando Lastra criticó al futuro presidente por ofrecer cosas en su programa que «por suerte ya existen en Asturias desde el siglo XIX».