Rajoy pide que sus -barones- exijan con fuerza las elecciones
«¡Elecciones ya!», el grito de guerra que más ha repetido Mariano Rajoy en las últimas semanas, tanto en sede parlamentaria como en foros sectoriales, tendrá eco a partir de ahora en los nueve presidentes autonómicos del PP. Así lo ordenó el propio Rajoy el pasado lunes, durante la reunión del comité ejecutivo nacional del partido. Una presión que los dirigentes autonómicos llevarán, incluso, al seno de la Conferencia de Presidentes y del Consejo de Política Fiscal y Financiera, cuando los convoque finalmente el Ejecutivo socialista, según informaron fuentes de la dirección nacional. El PP, dentro de esta misma estrategia, también quiere acelerar la constitución de la nueva Federación Española de Municipios y Provincias, donde los populares tendrán mayoría absoluta.
¿El motivo de tanta prisa? La respuesta oficial la volvió a repetir ayer el propio Rajoy: que España tenga un Gobierno «serio que acabe con las ocurrencias, las improvisaciones y que huya de la demagogia como de la la peste». No obstante, el máximo dirigente popular enfatizó que lo más importante en una jornada tan aciaga para los mercados era transmitir un mensaje inequívoco de la «solvencia de España». Una solvencia, eso sí, que quedaría demostrada bajo la batuta de un Gobierno del PP. Lo que siempre saca a colación Mariano Rajoy es que España necesita un nuevo Gobierno al que los españoles concedan un mandato reformista. Al hilo de esta reflexión incidió en que la situación requiere de unos dirigentes que pongan en marcha las medidas para situar al país «en el grupo de los buenos» como Holanda, Alemania y Finlandia, entre otros.
Relevo electoral. Rajoy ya se ha cansado de pedalear junto con los miembros del sanedrín popular, por ello quiere el relevo de los que son grandes protagonistas del momento, aquellos hombres y mujeres a los que los españoles dieron su confianza de manera mayoritaria el pasado 22 de mayo.
La primera en recoger el guante fue María Dolores de Cospedal, que en su papel de secretaria general del PP ya había exigido a Zapatero que abriese las urnas en otoño. Ahora, en su papel de presidenta de Castilla-La Mancha, justifica su presencia en la política nacional en su afán por ayudar a que el cambio político en España se haga realidad cuanto antes. Otros representantes de la cantera del PP ya cumplen con el mandato de su jefe de filas. El flamante presidente extremeño, José Antonio Monago, acusó a Zapatero y su equipo de carecer de «sentido común» por no poner fin a la legislatura ante la «insostenible» situación económica. Monago reclamó la necesidad de «generar confianza» en una sociedad que se «hunde» en la «desesperanza y el desánimo». Algo que, a su juicio, se lograría adelantando los comicios generales, previstos para marzo de 2012.
En un tono similar se han pronunciado ya, o lo harán en los próximos días, Alberto Núñez Feijóo, Ignacio Diego, Juan Vicente Herrera, Pedro Sanz, Esperanza Aguirre, José Ramón Bauzá, Ramón Luis Valcárcel o Luisa Fernanda Rudi, es decir, todos los barones autonómicos del PP.