Santa Clara trae sus últimas novicias desde Kenia

El convento de Santa Clara de Astorga tiene 753 años de antigüedad y quieren que perviva. «Mientras Europa no vuelva a nacer de nuevo tenemos que arreglarnos con gente de fuera», apunta Sor Antonia. La novicia, a la que llaman Teresita, llegó hace año y medio y la postulante apenas hace dos meses que aterrizó en Madrid. «Son muy responsables y respetuosas», recalcan. Recuerdan con mucha alegría el día que Teresita tomó el hábito. «Se vistió de novia, igual que Santa Clara, se rapó el pelo y se puso la cofia y el sayal. Ella estaba en la iglesia y vino bailando hasta el coro. Nos dan mucha alegría con sus cánticos africanos». En Kenia no había comunidades de clausura, explica la joven, y «yo quería otra vida para rezar más tranquila». Su compatriota, Linda, apenas entiende una palabra de español. Teresita le sirve de intérprete.