León, a la baja: población envejecida y más defunciones que niños
Si la provincia leonesa muestra una población envejecida y sin capacidad de regeneración por el bajo número de nacimientos, en su capital las cosas no pintan mucho mejor. A pesar del habitual abandono de los pueblos y la llegada de sus habitantes a las capitales, la pérdida de población en León continúa porque el crecimiento vegetativo sigue siendo negativo de manera sostenida, reflejando incluso mayores diferencias entre 2001 y 2010 que las que se pueden observar para la provincia.
Se trata de un problema acusado por las estadísticas, que revelan que a la vez que el número de muertes ha aumentado en 174 en una década, los nacimientos han disminuido en 51 durante este mismo periodo. Ello supone una merma media anual de 334 personas en crecimiento vegetativo en el último decenio.
Eso quiere decir que, a pesar de esa emigración interior -la de los pueblos- y exterior -de otros países- la capital leonesa no logra remontar sus cifras de población. No sólo no incrementa sus datos demográficos, sino que incluso ha perdido 3.372 personas en diez años, algo que no ocurre en la mayoría de las ciudades grandes de España, cuya población no deja de aumentar. Así, el total de la población en la capital estaba en 137.384 habitantes en 2001 y en 134.012 el año pasado.
El progresivo envejecimiento de la población de la capital leonesa durante esta década se ve reflejado en el aumento de su crecimiento vegetativo negativo año a año, ya que mientras que para 2001 el saldo vegetativo negativo era de 183 personas, en 2010 aumentaba ya hasta 408 personas de diferencia entre nacimientos y muertes.
A este incremento en el número de defunciones, muy por encima del de nacimientos, se suma además un aumento de la esperanza de vida en los últimos diez años. Mientras que en 2001 se situaba en torno a los 80 años, en la actualidad ya ronda los 82. Sin embargo, las diferencias por sexos se dejan notar, con una variación de casi siete años entre varones y mujeres. Este envejecimiento de la capital contrasta sin embargo con la mayor población joven de su alfoz.