Una idea que ya se planteó tras el cierre de las minas en 1991
El proyecto de Feve ha retomado una vieja idea que fue expuesta en la llamada Mesa de Sabero, que formaron instituciones y representantes de la comarca para impulsar la reactivación económica de la zona tras el cierre de Hulleras de Sabero, en 1991.
El primer proyecto fue presentado por el entonces presidente de la Compañía de Ferroca-rriles Turísticos a Vapor de Gijón, Fernando Vega García. Los miembros de la Mesa de Sabero lo vieron con buenos ojos desde el principio, como el complemento ideal para el Museo de la Minería. Ya entonces el mayor hándicap era el alto coste económico, calculado en unos 200 millones de las antiguas pesetas (1,2 millones de euros). Eso sin contar el presupuesto de la restauración de las antiguas máquinas que hacían el recorrido.
El proyecto iba a utilizar el viejo ramal desde Cistierna a Sabero, como ahora el de Feve. Las locomotoras de vapor elegidas fueron entonces, sólo en el papel, la número 5 «Vegabarrio» y la centenaria y conocida Nº10 «El Esla», que se encontraban en los talleres de Vegamediana.
La línea estuvo en servicio hasta 1969. A partir de entonces, el carbón fue transportado hasta las instalaciones de Vegamediana por medio de un cable aéreo y por carretera.
Sabero y Cistierna han sufrido especialmente el fin de la minería en la zona. Muchas de las empresas que llegaron no duraron muchos años y la sangría de población ha sido una constante en estas dos décadas.
El Museo de la Siderúrgia y la Minería ha servido para incentivar el turismo incipiente de la zona, pero ha tardado demasiados años en ponerse en marcha.