Los presidentes de las diputaciones de la Comunidad lo ven oportunista
El presidente de la Diputación de Palencia, José María Hernández, calificó ayer de «oportunismo político» la propuesta. «Lo que ahora propone lo podía haber planteado hace mucho tiempo pero resulta que ahora estamos en precampaña electoral y le viene muy bien en un momento de puro oportunismo político decir que hay que suprimir estas instituciones», recalcó Hernández.
No obstante, el representante de la Diputación palentina reconoció que es «necesaria» una reordenación de las competencias de todas las administraciones, «no solo de las diputaciones», y apuntó que la reforma tiene que ser en conjunto de las cuatro administraciones que prestan servicio a los ciudadanos. «Coincido en que hay que replantearse el papel de las instituciones españolas y ver qué función adquiere cada una, pero no podemos culpar solo a una institución porque no son, entre otras cosas, las que lideran la deuda de las administraciones españolas», añadió.
Es para echarse a reír. El presidente de la Diputación Provincial de Soria, Antonio Pardo, aseguró que «es para echarse a reír» que «en esta situación de crisis económica que vive el país, a la que nos ha llevado el gobierno del señor Zapatero y Rubalcaba, que su único planteamiento sea tomar decisiones en el ámbito del futuro de las diputaciones provinciales. Sin embargo, el portavoz del PSOE en la Diputación de Ávila, Tomás Blanco, defiende el papel de estas instituciones provinciales si consiguen redefinirse pues «son necesarias» en territorios como el abulense, donde atiende a «más de 150 pequeños municipios» que no podrían prestar servicios de no ser por la Diputación.
Blanco incidió en que, con el actual organigrama, estas instituciones «no tienen sentido». No obstante, recalcó que se trata de un tema «complejo» que «hay que estudiar» de manera que ya se presentará, en el primer pleno del nuevo curso político en la Diputación, una iniciativa en este sentido.
Aún así, incidió en que «no son iguales todas las diputaciones» dado que Castilla y León «tiene la mitad de los municipios de España» hasta el punto de que, si se aplicara el criterio que en Italia se ha llevado a cabo para reducir administraciones locales, «desaparecerían 16 provincias españolas, entre ellas, Ávila» ya que se van a eliminar las provincias de menos de 300.000 habitantes y los municipios de menos de un millar.
Siguiendo esos criterios, según el portavoz socialista en la Diputación, no sólo desaparecería la provincia de Ávila sino que, dentro de ella, se acabaría con «el 85 por ciento» de las localidades.
Así, subrayó Tomás Blanco que «no es igual la Diputación de Ávila o la de Soria que la de Barcelona» pues el número municipios en este último caso no sólo es menor sino que, además, son localidades «mucho más grandes».