El PSOE hace autocrítica en el borrador de su programa
Es poco frecuente que en política se ejerza la autocrítica. El grado de conciencia que ya existe en el PSOE sobre el malestar, e incluso enfado, de quienes fueron sus electores ha llevado al partido gubernamental a entonar el mea culpa y hacer propósito de enmienda. Lo hizo Alfredo Pérez Rubalcaba en su discurso de proclamación y lo hace también el borrador de la ponencia que servirá de base para elaborar el futuro programa electoral.
«Durante demasiado tiempo, en demasiados sitios, se ha asumido acríticamente demasiados postulados impuestos por otros campos ideológicos o no hemos sido capaces de explicar la distancia entre nuestros postulados y la asunción de políticas de las que no podíamos prescindir», se lamentan ahora los socialistas en la introducción del texto.
Bajo ese postulado, y con el compromiso de mantener en la medida de lo posible las políticas sociales, se lanzan algunas propuestas que apelan a las señas de identidad de la socialdemocracia. Además de la ya consabida intención de gravar a los grandes patrimonios e introducir una tasa sobre el balance de las entidades financieras, en cuanto acabe el proceso de reestructuración de la banca, el PSOE quiere seguir el ejemplo de los países «más avanzados» de la OCDE en materia de «fiscalidad verde», aunque el borrador no explica en qué se traducirá ese compromiso.