Cuando Cildo politizó la Coca-Cola

Una vitrina muestra tres botellas de Coca-Cola. Una llena, otra vacía y otra semillena. Sin una explicación, probablemente, el espectador pasará de largo sin entender qué pintan aquí. Joâo Fernandes, comisario de Cambio de paradigma y director del Museo Serralves, explicó ayer que el artista Cildo Meireles se dedicó a ‘reescribir’ botellas de Coca-Cola. La multinacional reutilizaba los envases de vidrio con un simple lavado, sin percibir los mensajes políticos que había añadido en los cascos el creador portugués.

Cuando el visitante encuentre un mapa de Europa literalmente atravesado por un cuchillo debería saber que está ante una obra de Atur Barrio, último Premio Velázquez –el Cervantes de la pintura- y uno de los artistas más provocadores y corrosivos. Barrio, que emigró a Brasil porque su padre fue uno de los mayores críticos contra la dictadura de Salazar, muestra en el Musac un cuchillo atravesando Suiza, país en el que ha vivido y en el que han nacido sus hijos, quizá para ‘romper’ la supuesta neutralidad del país helvético.

Una lámina de acero sobre un soporte de madera es la pequeña aportación de Richard Serra, una obra temprana y sin las proporciones de la gigantesca espiral que es ya emblema del Guggenheim de Bilbao. La colección Serralves también ha prestado al Musac una obra histórica del feminismo (un vídeo) de Martha Rosler.

Para entender muchas de las piezas que muestra el Musac, mañana está prevista una visita guiada, a las 12.00 horas. El centro de arte tiene otras sorpresas, como varias performances, incluido el recorrido por las calles del casco antiguo que hará hoy, a partir de las 13.30 horas, la banda de la cofradía de Santa Marta, que tocará el himno que ha compuesto para un país inventado, Amikejo, por encargo de los artistas que exponen en el Laboratorio 987.