Zapatero deja al próximo Gobierno la decisión de continuar con los recortes

«Que ajuste quien gane», dicen desde el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. El Ejecutivo no tiene intención de hacerle el trabajo sucio al PP, en el supuesto más que probable de que sea este partido quien gane las elecciones el 20-N. Se lava las manos y no hará un decreto para ajustar al escenario del 2012 las previsiones económicas de los presupuestos del 2011, que deben ser prorrogados.

La decisión ya fue criticada esta semana por los populares durante la última sesión de control al Gobierno de la legislatura. El PP sostiene que, al negarse a hacer lo que sí hizo Felipe González en 1995, los socialistas hacen dejación de responsabilidades y condenan a las autonomías, al margen de otras cuestiones, a la incertidumbre más absoluta porque tendrán que elaborar sus cuentas a ciegas.

El portavoz del Ejecutivo, José Blanco, alegó ayer que si hiciera lo que demanda el PP cometería una «ilegalidad». Su afirmación se basa en un informe elaborado por la Abogacía del Estado a petición de Zapatero en el que se explica que las cuentas públicas no se pueden prorrogar mediante real decreto ley porque esta figura jurídica requiere una «necesaria y urgente necesidad» y dado que, según la Constitución, los Presupuestos se actualizan automáticamente llegado el 1 de enero del año siguiente si no se ha podido aprobar una ley nueva, esas condiciones no pueden concurrir nunca.

Cuestión de términos. Blanco se aferró así a una pura cuestión terminológica. El llamado ‘decreto de prórroga’ al que se refiere el PP no es en realidad un texto para hacer que las cuentas del 2011 sigan en vigor y evitar así un vacío jurídico; eso, efectivamente, se producirá sí o sí. Lo que quieren los populares es un decreto que adopte decisiones políticas sobre salarios de los funcionarios, pensiones o impuestos y, sobre todo, que atienda a la reducción del déficit comprometida con Bruselas para el 2012. Porque la de este año fue del 6% del PIB y quizá se rebase, pero la del próximo es del 4,4%. El Ejecutivo argumenta que el calendario electoral permitirá al Gobierno que salga de las urnas tomar posesión de su cargo antes de que acabe el año, el 23 de diciembre, y que tendrá tiempo para tomar sus propias decisiones. «En ningún caso el Gobierno actual debe condicionar la política económica que se haga a partir del 1 de Enero del 2012», esgrimió Blanco.

Alejados de los micrófonos, los socialistas explican las cosas a las claras: «Rajoy lleva ocho años queriendo llegar al Gobierno ¿y ahora no quiere tomar la primera decisión que debe tomar?», señalan.