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León

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La fotografía de Mariano Rajoy saludando al expresidente Francisco Camps no se produjo ayer en Valencia por dos motivos esenciales. La dirección nacional nunca cursó invitación al parlamentario Camps y, sobre todo, porque Camps se encuentra de viaje en Japón con su familia, según indicaron fuentes del partido. Se trataría de un viaje que habrían sufragado sus propios compañeros de bancada en el Parlamento valenciano como regalo, tras dejar la presidencia de la Generalitat. Una ‘tradición’ instaurada tras la macha de Eduardo Zaplana a Madrid.

Sí tuvieron protagonismo en el cónclave popular Alberto Fabra, actual presidente valenciano, y la alcaldesa Rita Barberá, que habrá quedado satisfecha de las muestras de cariño ofrecidas por la dirección de los populares y que ella misma reclamó la semana pasada. «Eres emblemática, querida y eficaz como pocas», le dijo desde el escenario Rajoy a Barberá que antes, y en una especie de piropo de idea y vuelta, mostró su convicción de que «Rajoy es la única esperanza de aquellos que lo han perdido todo».

1397124194 Más caras. Entre los asistentes también se pudo ver a Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón e imputado en varios procesos penales, comprando el libro de Rajoy En confianza , que ahora se vende en todos los actos donde participa el líder del PP, que no recibe ni un sólo euro de los beneficios por su venta, porque los ha cedido a organizaciones benéficas.

Ricardo Costa, imputado al igual que Camps en el caso de los trajes, cumplió con su labor de disciplinado observador de los dos días de foro en calidad de portavoz de economía del PP en el Parlamento valenciano.

El presidente Fabra, en su estreno como primer espada en un acto de Génova, se mostró seguro y en sintonía con los postulados de Mariano Rajoy. Reclamó retomar la cultura del esfuerzo y que en las universidades se enseñe realmente a los jóvenes a querer ser empresarios en vez de funcionarios.