Rubalcaba ofrece un pacto de Estado por el empleo, "la gran causa nacional"

Confianza en el futuro, dosis de motivación para un partido que no se encuentra en su mejor momento, recetas socialdemócratas para salir de la crisis y ataques al PP. Sobre estos cuatro puntos ha construido este domingo Alfredo Pérez Rubalcaba su discurso de clausura de la conferencia política, el más importante que ha pronunciado como candidato junto al de su proclamación, el pasado 9 de julio en el mismo Palacio Municipal de Congresos de Madrid que ha acogido este encuentro socialista, de tres días de duración, del que saldrá su programa electoral para el 20-N. El aspirante a la Moncloa ha propuesto un gran pacto por el empleo.

"Me comprometo a llamar a todos a un acuerdo para el empleo: comunidades autónomas, sindicatos y empresarios. A todos. Esa es la gran causa nacional y es la gran causa del PSOE para la próxima legislatura", ha anunciado justo antes de cargar contra el PP por los recortes en educación y sanidad de sus gobiernos autonómicos.

Cuando fue proclamado, Rubalcaba dijo que no se iba a ocupar en exceso del adversario porque ese no era su talante y porque creía que los ciudadanos estaban hartos de ese estilo de hacer política en un momento de tanta incertidumbre como el actual. A poco más de un mes y medio para las elecciones, la estrategia se ha modificado.

El candidato, de hecho, ha pedido a los suyos --aquí estaba la plana mayor del socialismo, desde Felipe González a José Luis Rodríguez Zapatero, pasando por Manuel Chaves y Carme Chacón-- que resalten las diferencias entre ambos partidos. “La derecha española dice que la mejor manera de construir el futuro es volver al pasado --ha dicho--. Pero eso nunca va a ser más posible. Aznar gobernó con el viento económico a favor. Nosotros también: crecimos más, doblamos la I+D, hicimos más protección social. ¿Veis cómo no somos iguales? Conviene que hagamos esa lectura. No es lo mismo”.

Y también: “Tenemos que dar a conocer el programa: ideas claras, propuestas claras y cuentas claras. El programa está destinado a que lo conozcan los ciudadanos y a ser contrastado con el PP. Es verdad que contrastar con Rajoy no es fácil. Él ha estado trabajando todo el verano intensamente. Y le ha cundido, porque le han preguntado cómo sacaría España de la crisis y ha dicho: 'Depende'. Y claro, confrontar con 'depende' es complicado, pero tenemos que hacerlo”.

Dentro de su tendencia a marcar distancias respecto a Zapatero, algo indispensable dado que la figura del presidente del Gobierno es ahora muy impopular, Rubalcaba ha explicado: “Existen dudas razonables sobre si nos estamos pasando en la dosis de ahorro. Es sensato que lo pensemos. Que nadie me entienda mal. No estoy haciendo un llamamiento a bajar los brazos en la lucha contra el déficit. Lo que estoy diciendo es que tenemos que bajar los ritmos para que no sofoque nuestro crecimiento”.

Y junto a las recetas socialdemócratas --“estoy por una salida socialdemócrata de la crisis”, ha dicho antes de incidir en sus propuestas de nuevos impuestos para la banca y los más ricos--, el candidato ha trasladado la idea de que nada está escrito, que aún es posible una victoria ante el PP el 20-N pese a los malos augurios de las encuestas.

“Una conferencia como esta soñó con una ley de violencia de género, con una ley de igualdad. Y que mira por dónde unos meses después estaba en el BOE. Lo pilláis, ¿no? Pues eso”, ha dicho nada más comenzar, entre gritos de “¡presidente, presidente!”. Y cincuenta minutos después, justo al final, ha concluido: “No hay por qué mirar atrás con nostalgia. No busquéis en mí resignación, nostalgia ni melancolía. Y sobre las encuestas, quiero decir que yo no me voy a dejar ganar ni vosotros os vais a dejar ganar. No nos van a ganar en ganas de ganar”.