Todos a una contra la propuesta del PP de implantar la cadena perpetua

El anuncio del PP de que incluirá en su programa electoral para el 20-N la instauración de la cadena perpetua revisable provocó un rechazo prácticamente unánime del resto de partidos políticos y del Gobierno socialista, que consideró «retrógrada» la propuesta.

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, dijo que es un anuncio populista que demuestra que el PP es «no un partido conservador, sino retrógrado». Explicó además que en otras democracias se da la figura de la cadena perpetua por tradición, si bien en esos países el cumplimiento máximo de las penas oscila entre los 15 y 20 años, mientras que en España supera en algunos casos los 30.

«Tenemos otra visión porque creemos que la gente se puede recomponer, incluso cuando una persona ha delinquido», apostilló por su parte el secretario de Organización del PSOE, Marcelino Iglesias.

Desde CiU, su portavoz en el Congreso, Duran Lleida, alertó de que la propuesta del PP tiene «difícil encaje» en la Constitución. Duran dijo ser «consciente» del «clamor popular» ante delitos graves y «repugnantes», pero ha dudado de la constitucionalidad de esta pena. Frente a ello, se mostró defensor del cumplimiento íntegro de las condenas que contempla el nuevo Código Penal e incluso a ampliar los años de prisión para determinados delitos.

Más lejos fue el coordinador general de IU, Cayo Lara, que afirmó que no desea la cadena perpetua «ni siquiera para los de la Gürtel». Lara ha lamentado que el PP busque con esta propuesta «la parte más indigna» y «los sentimientos más indignos que puede tener el ser humano».