La Audiencia procesa al comando que asesinó a un militar en el 2008
Los etarras del sanguinario comando Otazua, autores de 14 atentados entre 2006 y 2009, fueron procesados ayer por el asesinato del brigada del Ejército de Tierra Luis Conde de la Cruz, el último militar fallecido a manos de ETA. El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz considera que Íñigo Zapirain, Beatriz Etxebarría y Daniel Pastor son responsables de la muerte del suboficial con un potente coche bomba colocado en la localidad cántabra de Santoña el 22 de septiembre del 2008.
El juez atribuye a los terroristas los delitos de asesinato, lesiones y estragos terroristas. Para ello da por buenas las principales pruebas que obran en la causa: las declaraciones que Zapirain y Etxebarría realizaron ante el juzgado y la Guardia Civil, respectivamente, y los informes del instituto armado que acreditan que Pastor poseía una vivienda en la cercana localidad de Noja, lo que demostraría su «amplio conocimiento de la población donde se produjo el atentado». Según el relato del magistrado, los terroristas del comando Otazua usaron un vehículo que había sido robado en la localidad francesa de Soursac y que recogieron dos días antes en un polígono industrial de Vitoria.
Los terroristas dejaron el turismo frente a la sede del Patronato Militar Virgen del Puerto y horas después, ya de madrugada, explotó. La potente deflagración causó la muerte por traumatismo craneoencefálico del militar, que salía de la residencia tras el aviso de la colocación de la bomba. Medio año después de este asesinato, el comando se desplazó a Arrigorriaga y colocó una bomba lapa en el vehículo del inspector de policía Eduardo Puelles causando su muerte.
El comando fue desarticulado en marzo del 2010 en Vizcaya.