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Blanco: «Hago examen de conciencia y no tengo nada de lo que arrepentirme»

El ministro dice que ya no va a salir a diario a defender su inocencia en el caso Campeón.

El ministro de Fomento y portavoz del Gobierno, José Blanco, ayer, en una rueda de prensa.

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a. t. | madrid
León

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José Blanco volvió ayer a insistir en que todas las acusaciones de corrupción que le dirige el empresario gallego Jorge Dorribo son falsas, que ni se plantea la dimisión que le reclama el PP y que tampoco se arrepiente de haber exigido la asunción de responsabilidades políticas inmediatas en el pasado a dirigentes populares salpicados por otros supuestos escándalos de corrupción, como ocurrió en el caso de Francisco Camps. «Yo soy católico y hago examen de conciencia todos los días, pero no tengo nada de lo que arrepentirme», aseguró.

El portavoz del Gobierno dio a entender que iba a ser una de las últimas veces que iba a dar explicaciones sobre las acusaciones de cobro de comisiones a cambio de favores que le dirige Dorribo y sobre las noticias periodísticas que insisten con nuevos elementos sobre el caso. «No estoy dispuesto ni hoy ni en el futuro a estar desmintiendo una cadena de falsedades; no voy a contribuir a dar pábulo a las difamaciones y a las calumnias», avisó a los informadores ante la nueva avalancha de preguntas sobre el tema que recibió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

El número dos del PSOE recordó que ya ha iniciado acciones legales contra Dorribo para probar que lo que dice son mentiras y para exigir que le condenen por atribuirle delitos falsos. «El caso está en la Justicia y ahí se va a dirimir», zanjó. Blanco insistió en que no hay una sola prueba que respalde las acusaciones del industrial y que en este tema hay que distinguir dos cosas, «los hechos y las falsedades».

El titular de Fomento señaló que lo que ya se sabe que es cierto es que el Gobierno del que forma parte «no ha concedido ni una ayuda» a las empresas de Dorribo, lo que cree que desmonta las acusaciones de que usase su influencia en el Ejecutivo para favorecer al industrial. En su opinión, las falsedades son «las presuntas declaraciones de un presunto delincuente que ha sido encausado por falsedad y fraude».

Al mismo tiempo que el ministro defendía su inocencia la asociación Preeminencia del Derecho presentó un escrito en el Tribunal Supremo en el que pide que se inicie una investigación para esclarecer si Blanco ha incurrido en un delito de tráfico de influencias.