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Carlos García concejal del PP en Elorrio

«Seguiré con escoltas; no hay atentados pero sí amenazas y pintadas»

Carlos García, ayer, en La Vecilla, invitado por Nuevas Generaciones.

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m. c. cachafeiro | la vecilla
León

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«Si no han tenido escrúpulos para matar; tampoco lo tendrán para mentir». Es la advertencia de Carlos García, nacido en el País Vasco pero de ascendencia leonesa, de Renedo de Valderaduey, donde aprendió a nadar y tuvo hasta su primer novia. De este municipio leonés es parte de su familia paterna, hasta que un día emigró a Bilbao, como tantos y tantos leoneses.

Carlos García tiene 33 años y lleva desde los 21 en política. Licenciado en Derecho, se puso a disposición del PP el 13 de julio de 1997, el día que ETA acabó con la vida de Miguel Ángel Blanco. Su primer destino como candidato, en 1999, fue Sondica, en los alrededores de Bilbao. Fue concejal cuatro años, hasta que Antonio Basagoiti le llevó en la lista de la capital vasca. Allí, estuvo otros ocho, hasta estas últimas municipales, en la que decidió comparecer en uno de los bastiones abertzales de Vizcaya, Elorrio.

A diario, Carlos convive con dos escoltas, y va a seguir con ellos, aunque las cosas hayan cambiado hace 48 horas con el anuncio del cese definitivo de las acciones de ETA. «Voy a seguir con escolta porque sigo teniendo riesgo de agresión. Los asesinos y los que los rodean no cambian de la noche a la mañana; puede que no sigan los atentados, pero sí los carteles, las pintadas... Nos vamos a seguir cruzando con ellos a diario», comenta.

Su historia es una historia de valentía y compromiso. «He sido vecino Txeroki y un comando de ETA tenía las llaves de mi casa. Las de mi casa y las de Rodolfo Ares, antes de salir de consejero de Interior del Gobierno vasco», explica, sin darle mayor importancia.

Elorrio, con 8.000 habitantes, era un pueblo con un largo historial trágico hasta su llegada. Cerca está Durango, donde los etarras asesinaron al concejal del PP Jesús María Pedrosa. De Ermua, el pueblo donde secuestraron y mataron a Miguel Ángel Blanco. Y de Mondragón, donde ETA segó la vida del concejal socialista Isaías Carrasco. «Merecía la pena el intento y el esfuerzo y me gusta defender las ideas en las que creo», añade. Y es que, hasta su llegada a este municipio, al PP le había faltado un voto para lograr el acta de concejal. «Era muy importante para nosotros, y ahora lo hemos conseguido».

Además de concejal de Sondika y de Bilbao por el PP durante 12 años, también fue presidente de las Nuevas Generaciones del PP durante los años 2007 y 2009. Precisamente ayer, Carlos García se encontraba en la tierra natal de su padre, en León, en La Vecilla, en unas jornadas organizadas por Nuevas Generaciones de Castilla y León donde habló, una vez más, alto y claro, de lo que está pasando en el País Vasco, y más desde el pasado jueves. «Hay que reconocer que es mejor que se consolide un País Vasco sin atentados; peor hubiera sido que hubieran roto la tregua», aseguraba a este periódico, no sin dejar de reconocer que «esperaba mucho más».

«El Estado les ha derrotado», sentencia este concejal de ascendencia leonesa, que de todas formas deja algunas frases para la reflexión. «Bildu quiere ser un balón de oxígeno para una derrota segura». «El no haberse disuelto es un intento de ETA para prolongar su existencia e intentar alguno de sus objetivos». «Más que nunca, los demócratas les hemos derrotado; todos unidos. Ahora tienen que reconocer todo el daño que han causado a la sociedad vasca y a las víctimas».

Carlos García se ha sentido amenazado desde el primer día que entró en política, pero hoy como entonces cree que alguien, en este caso él, debía y debe mantener un compromiso por la libertad y la democracia en el País Vasco. «He llegado a tener hasta tres comandos de ETA detrás de mí», asegura.

¿Y por qué presentarse por Elorrio cuando podía tener una vida más tranquila en Bilbao? «Porque es una preciosa villa de Vizcaya y el centro geográfico de Euskadi. Es el municipio más importante en el que gobernaba ANV. Y con ese objetivo, el de desbancar a ANV, hoy Bildu decidí presentarme y hacer campaña».

Al menos, ese objetivo se ha cumplido. Ahora es el PNV el que tiene la Alcaldía.