El gran negocio del cibercrimen

Las caras de los más conocidos narcotraficantes gallegos envejecen, muchos de ellos en la cárcel, mientras un nuevo tipo de delincuente viene a ocupar su lugar. La cifra de negocio del crimen organizado por internet ya ha alcanzado a la de las rentables ventas del tráfico de drogas.

Pero, a diferencia de los grandes capos de la droga, los criminales del presente y el futuro no tienen rostro, tal y como puso de manifiesto el magistrado-juez instructor de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en las XX Jornadas de Informática Judicial y Delitos Informáticos que se celebran en Santiago de Compostela.

«En internet no hay testigos, no le ves la cara al criminal», ha asegurado Velasco. Tampoco hay envíos por barco, ni entregas en planeadora, aunque el cibercrimen tiene en común con el narcotráfico que también «se delinque en grupo» y que es de carácter transnacional.

Velasco afirma que «el crimen organizado ha entrado en internet» y sus cifras de negocio alcanzan a las del tráfico de drogas, «los grupos ya están el mismo nivel».

La Justicia se enfrenta a este tipo de delincuencia informática aún con muchas dificultades, ante la «masividad» de los delitos y las víctimas y los problemas para demostrar la autenticidad de las pruebas.

Según explica Velasco, frente a una prueba en papel es más fácil ser perito «y saber si está falsificado o no», pero en el caso de la información digital es complicado. Además, el delincuente «no te deja oportunidad de defenderte», ya que en la mayoría de los casos ni siquiera se sabe de dónde procede el ataque.

En muchos sitios. Tal y como puso de manifiesto ayer la recién estrenada fiscal general en Criminalidad Informática, Elvira Tejada de la Fuente, en las jornadas que se celebran en Santiago, «la mayor parte de estos delitos son transnacionales» y «se pueden cometer desde muchos sitios a la vez». Por ello, es fundamental la coordinación entre equipos, tanto del territorio nacional como del extranjero, para avanzar en las investigaciones, pero en este trabajo conjunto a nivel internacional aún hay «mucho camino por andar», advierte.

Tejada de la Fuente se encarga, desde octubre, de coordinar las actuaciones de la Fiscalía General del Estado ante las actuaciones delictivas contra los sistemas informáticos, como sabotajes o revelaciones de secretos, delitos contra la propiedad intelectual, estafas, corrupción de menores o pornografía infantil. Parte de su tarea es comandar una red de fiscales especializados en cada una de las provincias a modo de «grupo de expertos» en criminalidad informática para fijar criterios comunes de actuación y potenciar las investigaciones conjuntas.