El PP saca 36 puntos al PSOE en Astorga, la mayor diferencia del panorama provincial
Si se habla de paradojas, la de Astorga es la más contundente de la provincia en el análisis electoral. El municipio, regido por la socialista Victorina Alonso, se volcó en los comicios del domingo para demostrar su apoyo al PP, que logró una diferencia de 36 puntos frente al PSOE y un 60% más de votos que los socialistas. A la luz de los datos, la capital maragata registró la diferencia más abultada entre los dos partidos en el panorama municipal. El vuelco se puede calificar de espectacular si se compara con los resultados contabilizados hace seis meses, cuando en las elecciones municipales los maragatos dieron la alcaldía a la candidata socialista con una pírrica diferencia de seis votos respecto al PP liderado por Jacinto Bardal. El líder popular ha visto ahora como sus conciudadanos, reticentes en apear al PSOE del gobierno municipal, no vacilan en apoyar a su partido cuando la contienda es nacional. La situación de Bardal se torna complicada para justificar la diferencia de votos en tan sólo medio año que da a entender que la propuesta municipal del PP no convence, pese a haber logrado reducir distancias tras la desaparición de Juan José Alonso Perandones de la política municipal. Los votantes del PP en Astorga han demostrado en las urnas que son fieles a las siglas sólo en las generales ya que si la lista popular hubiera logrado el 22-M el mismo apoyo que el domingo, ahora Bardal estaría gobernando Astorga con una holgada mayoría absoluta.
El castigo al PSOE en la ciudad respecto a las generales del 2008 se traduce en un descenso de 13 puntos y la pérdida de 1.152 votos. Para el PP, el incremento de 78 votos respecto al 2008 le supone un aumento de seis puntos. Con las cifras en la mano, la sangría socialista se repartió entre el ascenso de Izquierda Unida, que con 348 votos duplicó sus apoyos, el surgimiento de UPyD, con 310 papeletas, y el aumento de 4,5 puntos en la abstención, que se situó en el 25,78%.
En La Bañeza, la situación también se vuelve complicada para el PSOE. Con un abultado apoyo al socialista José Miguel Palazuelo en las pasadas municipales, que le permite gobernar en solitario, las tornas se cambiaron el pasado domingo. El apoyo a los populares se tradujo en 31 puntos de diferencia sobre el PSOE, 1.887 votantes más que los socialistas y 1.300 papeletas más que en el 22-M. En este caso, los populares sí absorbieron parte de la hemorragia de votos socialista. El PSOE perdió 1.009 votos que se fueron al PP, con permiso de IU y UPyD, que se llevaron una pequeña porción del pastel. En el 2008, los votantes también mostraron su confianza en el PP, pero con una diferencia sobre el PSOE de apenas 400 votos.