Un taxista declara que dejó a Delgado en su casa el día que murió Marta
Los agentes confirman que había restos biológicos de la adolescente en objetos.
El testigo sorpresa del caso Marta del Castillo ratificó ayer ante el tribunal que enjuicia el caso que la madrugada del 25 de enero de 2009 trasladó a Javier Delgado, hermano del asesino confeso, al domicilio de León XIII donde supuestamente murió la adolescente. «Estoy segurísimo de que él era la persona que trasladé», afirmó contundente. Su mujer confirmó también que fue ella quien le convenció de que no contara nada entonces para no meterse en líos.
Durante la sesión de ayer, este testigo, un taxista cuya declaración fue aprobada de manera extraordinaria por el tribunal a finales de la pasada semana, se mostró seguro «al cien por cien» de que realizó un servicio a las 0.30 horas del día 25 desde Luis Montoto –cerca de donde Delgado tenía el bar—hasta León XIII, y que la persona a la que trasladó fue a Delgado. Para ratificar su declaración, dio detalles exhaustivos acerca de cómo iba vestido o cómo era el color de su pelo.
Ya en aquellos días creyó haberle reconocido cuando lo vio en televisión saliendo de la casa durante una de las reconstrucciones de los hechos, aunque no fue hasta el inicio del juicio cuando pudo escuchar su voz e identificarle plenamente.
A preguntas de las defensas, que no acaban de dar credibilidad a un testimonio surgido por sorpresa casi tres años después de los hechos, el taxista y posteriormente su mujer explicaron que los detalles los tuvo frescos todo este tiempo porque entonces creyeron que al estar ya detenido su aportación no tendría importancia. Pero ahora necesitaba «desahogarse» y contarlo por «si puede aportar algo» al proceso. En este sentido, su mujer —que también declaró oculta tras un biombo— reconoció entre lágrimas que fue ella quien le convenció de que no acudiera a la policía a contarlo por «miedo» y ante el temor de meterse en un lío.
Junto a esta pareja, el juicio entró en su fase más técnica, con la comparecencia de los peritos y expertos de la policía para analizar las pruebas recogidas. Los agentes declararon que habían hallado restos biológicos de Marta del Castillo en el piso, concretamente en la empuñadura de la silla de ruedas en la que supuestamente fue trasladado el cuerpo o en el tensiómetro con el que comprobaron que había fallecido.
Muchas de las muestras estaban «dañadas» debido tal vez a la limpieza a la que se sometió el piso. En otros de los casos, el perfil genético de la adolescente estaba mezclado con el de Miguel e incluso el del entonces menor, Javier García ‘El Cuco’, y aunque los expertos no tienen constancia científica de que correspondan a ese día, así lo atestiguan desde su dilatada experiencia. También se refirió al chaquetón del asesino confeso, Miguel Carcaño, en el que había tres manchas, una de ellas de sangre de Marta. El hallazgo de este chaquetón fue lo que motivó la confesión de Carcaño.