Una empresa que nació en los brazos del grupo Elosúa
Elmar vivió su mayor esplendor en el año 2003 con su traslado a Onzonilla.
Los camiones seguían saliendo ayer de Onzonilla con destino a Vigo.
León vive con Elmar un conflicto parecido a lo que supuso para Aguilar de Campoó la deslocalización de Fontaneda. Como en el caso de la famosa galletera, una empresa foránea se hizo primero con el control mayoritario de la firma para, más tarde, llevársela a otra región. En el caso de Fontaneda, fue un hecho; en el caso de Elmar, todo está supeditado a lo que pase hoy en una reunión entre trabajadores y la dirección de Pescapuerta y, sobre todo, al encuentro del martes a tres bandas, con la Junta como árbitro de un conflicto que cada vez pinta más negro.
Si al final de deslocaliza Elmar; es decir, si salvo la logística se va a Vigo la producción y la distribución, León habrá perdido uno de sus emblemas, porque Elmar es heredera de uno de los mejores momentos del empresariado leonés.
La empresa nació como tal en los años 60 del siglo pasado, en 1964, como sección de congelados del grupo Elosúa. Su primer gran paso lo dio con la creación de su propia marca: Congelados y Derivados S.A. (Condesa), que sigue figurando en todos los documentos aunque el abreviado sea Elmar. Castilla y León, Asturias... El negocio de los congelados, aunque fuera desde un lugar de interior como León, no dejó de crecer durante muchos años y así, pese a la caída en desgracia de la matriz Elosúa, Elmar, ya con ese nombre, fue vendida en 1992 a un grupo de trabajadores, encabezados por Francisco Fernández, que se alió con un armador vigués que, con los años, se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza de sus trabajadores: Pescapuerta.
El grupo gallego no era ni de lejos el holding que es hoy, ni tenía la mayoría de las acciones. Pero fue clave en la búsqueda de caladeros en diversas partes del mundo y en el plan de expansión de la empresa a nivel nacional.
En 2003, la empresa dio un nuevo salto. Llegó a contar con 450 trabajadores y estrenó sus actuales instalaciones en el polígono de Onzonilla. Elmar pasó entonces de producir apenas 8.000 toneladas anuales a más de 24.000.
Fueron sus años dorados. El negocio iba sobre ruedas y la firma leonesa de congelados se convirtió en patrocinador de Baloncesto León. Ya no sólo miraba al mercado nacional; Elmar buscaba mercados también en Francia , Portugal, Italia, Croacia...
El año pasado, Pescapuerta se hizo con el control, pero no mirando a León sino a Vigo.
