Los socialistas catalanes ponen en marcha el congreso de la renovación

El PSC, partido independiente aunque asociado al PSOE, celebra entre hoy y el domingo su XII Congreso con la intención de acometer la mayor renovación interna desde 1994 -cuando los barones metropolitanos se hicieron con el control del partido- y en el que buscará la manera de vislumbrar la luz al final del túnel. Y es que 2011 pasará a la historia del Partit dels Socialistes de Catalunya como su ‘annus horribilis’. No sólo ha dejado de ser la principal fuerza municipalista de Cataluña, cediendo feudos inexpugnables como los ayuntamientos de Barcelona o Badalona, sino que por primera vez desde 1977 ha perdido el cetro de partido mayoritario en las generales.

Tres candidatos optan a la primera secretaría, en poder de José Montilla desde 2000, el alcalde de Terrassa, Pere Navarro; el de Lleida, Àngel Ros; y el exprimer edil de Vilanova i la Geltrú, Joan Ignasi Elena. El viceprimer secretario del partido, Miquel Iceta, también se postuló, pero al final ha desistido. En principio, Navarro cuenta con todo los números para convertirse en el nuevo hombre fuerte del socialismo catalán. Próximo a la actual dirección, que le ha dado su apoyo, el alcalde egarense está vinculado al que tradicionalmente se conoce como sector más españolista del partido. Cuenta con el apoyo mayoritario de la federación de Barcelona y de gran parte de la nueva generación de dirigentes socialistas, y apuesta por un giro a la izquierda, todo dentro de un proyecto renovador.

En el lado opuesto, en el sector más catalanista, está Àngel Ros. Consciente de que lo tiene difícil ante Navarro, ya ha dicho que su objetivo último no es dirigir el partido, sino ser candidato a la Generalitat. La bicefalia, por tanto, gana terreno, y no es descartable un pacto entre ambos. El tercero en discordia, Elena, tiene pocas opciones.

El cónclave también prevé sentar las bases del nuevo discurso programático que permita al PSC empezar a recuperar votos.