La afición a los negocios llegó tras la boda

 

Al yerno del rey la pasión por los negocios le vino tras su boda con la infanta Cristina en 1997. Antes, apenas se interesó por las empresas, más allá de participar como consejero en Avibó, una firma de restauración que abrió con otros deportistas. Dejó ese puesto en agosto de 1997, apenas dos meses antes de su matrimonio. Tras el enlace con la hija del rey todo cambió. Desde entonces ha figurado como directivo en, al menos, nueve empresas de distinta índole con ánimo de lucro.

 

La investigación societaria del duque ha sacado a la luz un hecho relevante: Iñaki Urdangarín era consejero de una empresa oficialmente dedicada al asesoramiento, representación e intermediación de deportistas profesionales al mismo tiempo que era miembro del Comité Olímpico Español e, incluso, vicepresidente de este organismo.

 

Urdangarín fue uno de los socios fundadores en noviembre de 2003 de Agency Sports & Entertainment y directivo de la misma hasta mayo del 2004. Al duque no le importó abrir una firma de este tipo a pesar de que desde abril del 2001 pertenecía al COE, organismo que le nombró vicepresidente en febrero del 2004, cuando todavía era directivos de Agency Sports.