El idealista abatido por la crisis

Las ojeras, el deterioro de la presencia física y el cambio en la sonrisa del Zapatero de la última etapa son prueba de lo mucho que «ha sufrido», opina Vicente Martín. Algo normal, añade, tratándose de una «persona de izquierdas y socialista»: «Ha tenido que defraudarse a sí mismo y la sociedad española, pero también le han defraudado los suyos».

«Al principio, Zapatero parecía que podía con todo y de repente desapareció, como los brotes verdes». El político leonés ha evolucionó «del optimismo al pesimismo» y «de la euforia a un estado más depresivo». Un cambio de rumbo relacionado, según el psicólogo, con «las ideaciones de consecución de altos logros» de Zapatero a quien considera ante todo un «idealista».