«Fue incómodo pero no quisiera ir a otro lugar, la cárcel, por un error»

«Incómodo». Es la palabra que primero le viene a la cabeza a Sergio, de 20 años, al recordar el cumplimiento de su condena en el Hogar San Vicente de Paúl cuando tenía 16 años por haberse visto involucrado en una pelea. Prefiere no dar detalles de lo que pasó. «No le dí mucha importancia, casi me había olvidado», explica.

Pero no se olvidará nunca del trago que supuso enfrentarse a una tarea obligada en un lugar que no conocía y viendo la situación de gente necesitada como la que acude a este centro que, por la noche, ofrece calor y café —como su propio nombre indica: Calor y Café— a las personas sin techo. Sergio ayudaba a recoger la ropa, barría el patio y organizaba la lista para la lista de personas que acudían al centro. Pero iba por la mañana temprano, cuando de los mendigos sólo quedaba el intenso olor a calle entre las ropas de cama.

En Calor y Café cumplió con 20 horas de servicios que le impusieron como complemento de una libertad vigilada por la pelea. «Sí que me valió la experiencia. Ahora reflexionaría y evitaría el problema. No me gustaría tener que ir a otro lugar, digamos la cárcel, por un error», comenta. Desde entonces no ha vuelto a tener problemas con la justicia.

Terminó los estudios como auxiliar de mecánica y ha trabajado de camarero hasta hace unos meses. Cuando se enteró de que el contrato de trabajo era de cuatro horas y no de las ocho que realmente realizaba en la empresa dejó el puesto. «Me sentí engañado», afirma.

Sergio cultiva ahora sus dos pasiones: la atención a su hija y la música. Compone y canta música hip hop. Ya se ha dado a conocer a través de You Tube con varios videos musicales. En sus canciones habla de «heridas pasadas» y «felicidad presente» y también del sueño de llegar a triunfar con la música: «Cómo siendo un novato se puede llegar a lo alto». Negrete1991 es el nombre artístico de este joven que ya ha dado conciertos.