Diario de León

El Gobierno confía en Bruselas para evitar un tijeretazo de 40.000 millones

La vicepresidenta no aclara si elaboran los Presupuestos para mermar el déficit al 4,4%.

El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en la última sesión de control al Gobierno.

El presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, en la última sesión de control al Gobierno.

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antonio montilla | madrid
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Al Gobierno se le agota el plazo para desvelar cómo piensa resolver la encrucijada que se le presenta a la hora de elaborar los Presupuestos Generales del Estado para el 2012, que según confirmó Mariano Rajoy el pasado jueves en Roma se conocerán el 31 de marzo y no antes como pidió la Comisión Europea.

Y es que España, si quiere cumplir con el objetivo de reducir el déficit del Estado al 4,4% a finales de este año, deberá acometer un recorte que rondaría los 40.000 millones de euros, que se sumaría al que ya efectuó el actual Ejecutivo el pasado 30 de diciembre con un acuerdo de no disponibilidad de 8.900 millones y otras controvertidas medidas como la subida del IRPF y del IBI.

El Gobierno aún confía en poder reducir el histórico tijeretazo sin poner en peligro esa imagen de país «serio y cumplidor» en la que tanto énfasis pone Rajoy tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. La solución pasaría por lograr que Bruselas flexibilizara el plazo para enjugar los números rojos de las administraciones españolas.

El Ejecutivo intenta ganar tiempo antes de descifrar el calibre del ajuste, tal y como quedó claro ayer tras el Consejo de Ministros.

La duda. Soraya Sáenz de Santamaría eludió responder hasta cuatro preguntas sobre si el Ejecutivo elabora unos presupuestos con la meta del 4,4% o cuenta ya con el compromiso de la Comisión de endulzar este porcentaje, aunque sea «ligeramente», tal y como insinuaron esta misma semana las autoridades económicas comunitarias.

Las alarmas saltaron el jueves por la tarde, tras advertir el Banco Central Europeo de que relajar los objetivos de déficit podría disparar la prima de riesgo, con lo que España tendría serios problemas para encontrar financiación.

La vicepresidenta evitó pisar terreno resbaladizo y apeló a la prudencia, máxime en una semana donde se ha puesto de manifiesto que cualquier chispa puede prender una protesta social. Y tal como defendió Rajoy esta semana tras sus entrevistas con los primeros ministros del Reino Unido e Italia, David Cameron y Mario Monti, respectivamente, España no puede permitirse dar la imagen de conflicto social.

En el Ejecutivo son conscientes de que la «responsabilidad y el sentido común» de los españoles también tiene su límite, aunque Rajoy por ahora pondere más el respaldo mayoritario que tuvo en las urnas el pasado 20 noviembre que cualquier otra revuelta.

Tras el primer ‘tijeretazo’, que se debió a la «inesperada» desviación de dos puntos en el objetivo de déficit para el 2011, y la constatación de que las reformas aprobadas, sobre todo la laboral, no darán resultados a corto plazo, quieren medir a conciencia cualquier nuevo sacrificio.

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