La vicepresidenta polemiza con Amaiur en el Senado

El Senado vivió ayer un áspero rifirrafe entre el portavoz de Amaiur, Alberto Unamunzaga, y la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría. El senador independentista, procedente de Eusko Alkartasuna, reclamó al Ejecutivo que cuente con Amaiur y , sin citar a ETA ni a sus presos, pidió que el Gobierno dé pasos para asegurar la defensa de los derechos humanos y el fin de la tortura a los detenidos en el País Vasco.

La vicepresidenta, en su contestación, dijo con tono irónico no tener problemas con los derechos humanos, «sobre todo con el derecho a la vida», y, por contra, reclamó a su interlocutor que no exija al Gobierno los pasos que «otros no están dispuestos a dar». «Pídaselos a quienes hace tiempo decidieron salirse de la democracia y no se les ve con mucho ánimo de dar un paso definitivo, final y concluyente», remachó, en clara referencia a ETA y a los dirigentes de la ex Batasuna.

«No admito lecciones de democracia ni de derechos humanos de nadie», replicó un Unamunzaga mucho más serio en su último turno, para añadir que ha estado en «demasiados actos con vulneración de derechos de muy diferente cariz para aceptarlas». Santamaría, tensa, pero con un tono contenido y mirando directamente a Unamunzaga, zanjó el asunto con una sola frase: «Esta vicepresidenta ha estado en muchos funerales, en demasiados».