El AVE a León pierde el tren de 2012

Oficialmente no hay declaraciones, pero fuentes del Ministerio de Fomento dan por hecho que es materialmente imposible acabar las obras del AVE hasta León a lo largo de 2012, aunque el último plazo dado por el anterior equipo de José Blanco fuera finales de año. Por un lado, por los retrasos en las adjudicaciones derivados de esa etapa socialista y, por otro, por los ajustes presupuestarios que va a imponer el desvío del déficit público hasta el 8,51%.

Además, la tramitación de los contratos pendientes necesita ajustarse a unos plazos legales, lo que llevará el escenario de la posible apertura de la línea a finales de 2013, en el mejor de los casos, si no es más allá, siempre y cuando haya financiación para acabar una obra cuya ejecución está al 93% en cuanto a lo que es la base de la línea y que está a la espera de que se adjudique todo lo que es el balasto y la electrificación de las vías a lo largo de 162 kilómetros.

En contra también está un posible deterioro de la infraestructura realizada hasta ahora, que puede provocar nuevos gastos.

En esa herencia recibida pesa también mucho la alarmante caída de ingresos de las arcas del Estado y, por tanto, una menor cantidad de dinero para invertir, que se suma al agujero que se ha encontrado Ana Pastor a su llegada al Ministerio. Según expuso la ministra en su primera comparecencia en el Congreso, en los primeros días del mes de febrero, Adif tiene una deuda de 14.600 millones de euros, 12.900 de endeudamiento a largo plazo y 1.700 a corto plazo.

La deuda total, sumando también Renfe, Feve, Aena, Puertos y otras empresas públicas de Fomento, suma 40.000 millones de euros, lo que representa algo más de 3 puntos del PIB. De todas formas, cualquier anuncio oficial ya se remite, sin más, a lo que haga el Gobierno cuando presente los Presupuestos, a finales del mes de marzo. Será entonces el momento de analizar las inversiones previstas en una obra que necesita aún 1.719 millones de euros para su finalización entre Valladolid y Pola de Lena, en el Principado de Asturias.

En el PP leonés se agarran al clavo ardiendo de lo dicho por Ana Pastor tras su reunión en Madrid de la semana pasada. Y es que entre todas las infraestructuras pendientes en la provincia el AVE hasta León y la autovía León-Valladolid serán prioritarias. En Asturias, mientras, exigen la continuidad de la línea de alta velocidad más allá de Pola de Lena, que es el compromiso adquirido por Ana Pastor, que también anunció que las vías en la Variante y hasta la localidad asturiana serán de ancho internacional.

Lo único que podría mover el panorama a corto plazo es la celebración de las elecciones autonómicas en el Principado el próximo 25 de marzo, lo que podría llevar al Gobierno a hacer un ‘guiño’ a su potencial electorado con algún tipo de adjudicación por parte del Ministerio de Fomento. Al menos, así lo esperan algunos sectores en Asturias, si bien la reciente visita de Mariano Rajoy no sirvió para concretar ningún compromiso en materia de infraestructuras, un tema que siempre ocupa grandes titulares.

La línea de alta velocidad Valladolid-Venta de Baños-Palencia-León tiene una longitud de 162,7 kilómetros y está diseñada para doble vía electrificada en ancho internacional y tráficos de viajeros y mercancías.

Las estructuras de mayor longitud a construir se encuentran precisamente en la zona más próxima a León, en el subtramo Palanquinos – Onzonilla, que es la parte donde se acumulan los mayores retrasos de la obra civil.

Lo único que tiene hasta ahora adjudicado para esa segunda fase son las traviesas, nada menos que 410.356, y tres contratos para el suministro de balasto, la piedra machacada sobre la que se asientan en el trazado ferroviario. El resto del balasto y toda la electrificación del recorrido están sin adjudicar en el primero de los casos y pendiente de un estudio más en profundidad en el segundo, a lo que se suman otras obras complementarias como es el vallado de todo el recorrido, que tampoco está previsto, de momento. Además, queda por adjudicar otro tramo de traviesas y electrificación en la parte ya de la Variante de Pajares, en concreto en el subtramo de La Robla a Pola de Gordón. Según denunció Pastor, Hacienda informó desfavorablemente sobre el contrato.