Diario de León

La división entre las víctimas se exacerba ocho años después del 11-M

Manjón carga contra el fiscal general por reabrir la investigación, la AVT lo aplaude.

Pilar Manjón coloca unos claveles en Atocha.

Pilar Manjón coloca unos claveles en Atocha.

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alfonso torices | madrid
León

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La profunda división que separa desde el principio a las víctimas de la masacre del 11-M no ha hecho sino exacerbarse con los años. El actos con los que hoy se recordó en Madrid a las 191 personas asesinadas en esta ciudad por la voladura terrorista de cuatro trenes de cercanías mostraron en toda su crudeza la distancia —por el momento insalvable— entre las posiciones de las diferentes asociaciones de damnificados en el octavo aniversario del atentado más sanguinario de la historia española y el más grave ocurrido en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.

La Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, presidida por Pilar Manjón, agrupa al colectivo más numeroso de familiares de fallecidos y heridos en los atentados y es defensora de la tesis de ls sentencia: la autoría yihadista. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), que preside Ángeles Pedraza, por contra, siempre mantuvo que aún se desconoce quién voló los trenes y nunca descartó la teoría lanzada inicialmente por el Gobierno de José María Aznar, y alentada después por sectores afines al partido conservador, que apuntaba a otro tipo de autorías en las que ETA habría podido tener un papel central.

El clima histórico de tensión se ahondó ayer por dos factores que confluyeron en el octavo aniversario. Por un lado, la coincidencia de fechas con las manifestaciones de los sindicatos contra la reforma laboral del Gobierno. Y, por otro, la orden dada por el nuevo fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, para que se reabra la investigación sobre los atentados y estudie los restos de uno de los posibles vagones de los convoyes volados el 11-M, que fue localizado en un almacén ferroviario.

Contra los conspiranoicos. El resultado fue la mayor de las divisiones. En un lado, la estación de Atocha, escenario principal de la masacre, con Majón, los responsables de CC OO y UGT en Madrid, el secretario de los socialistas en la región y dirigentes de la Unión de Actores, entre otros. En el otro, el parque del Retiro, junto al Bosque del Recuerdo, con Pedraza acompañada por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallarón, altos cargos del ministerio del Interior, Torres-Dulce, la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, y la delegada del Gobierno.

Manjón atacó con dureza al fiscal general por alinearse con «la conspiración repugnante de unos fanáticos conspiranoicos que no asumen que los atentados fueron cometidos por yihadistas». Le recordó que ha comenzado a remover «una cosa juzgada» y «confirmada por tres sentencias» que solo «aumenta el dolor de las víctimas». Aseguró, irónica: «Estaríamos encantados de que hubiese sido ETA» para no ver «insultada ni ultrajada la memoria de los nuestros por incalificables personajes desde sus tribunas mediáticas». Defendió el derecho a la manifestación el 11-M porque dijo que no permitirá que se use a las víctimas «como ariete contra los sindicatos»

La posición de Pedraza no pudo ser más contraria. Alabó al fiscal general, pidió a las autoridades «decisión y valentía» para esclarecer los atentados y encontrar a los autores verdaderos, y aseguró que «el 11-M es un caso abierto, y ahora más que nunca», y que no se cansará de repetir que «no es un caso cerrado».

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