Las críticas por la ausencia de Arenas en el debate anulan a las propuestas

La primera semana de la campaña electoral en Andalucía se ha enredado en el debate que no fue entre los tres principales candidatos. Ha eclipsado, incluso, a la polémica sobre los ERE irregulares, que a buen seguro resurgirá en los próximos días.

Tanto el PP como el PSOE tratan de culparse mutuamente del frustrado debate en el canal de televisión autonómica. Javier Arenas insistió ayer desde Barbate, en Cádiz, en que se había acordado un escenario neutral, el Parlamento, y sus adversarios rompieron el pacto. «Si alguien se equivocó gravemente no fui yo», subrayó antes de mostrar su disposición a debatir antes del cierre de campaña, siempre que sea un lugar que no haya sido «condenado» por falta de neutralidad por la Junta Electoral. El candidato del PP ha ofrecido hacerlo en TVE, pero los socialistas recuerdan que durante la campaña para las elecciones generales Mariano Rajoy rechazó debatir con Alfredo Pérez Rubalcaba en ese escenario por considerar que la televisión pública española no era neutral.

PSOE e IU no se quedaron atrás en sus críticas al ausente en un debate de guante blanco que fue seguido por una media de 358.000 andaluces y fue uno de los temas más comentados de España en la red social Twitter. El socialista José Antonio Griñán consideró la ausencia una «falta de respeto» al no «dar la cara para defender Andalucía», una obligación de los políticos, dijo. E ironizó sobre la imparcialidad de televisiones en comunidades o ayuntamientos controlados por el PP.

También el candidato de IU, Diego Valderas, acusó al líder popular de no acudir porque «se ha quedado sin proyecto» para la región, «el único que tiene es seguir de forma sumisa a Rajoy». Lamentó además no haber podido comprobar de primera mano si Arenas estaba «a favor o no de la reforma laboral, las privatizaciones y el aumento de parados».

El líder de IU propuso el lunes una modificación del Estatuto de Autonomía, aprobado en 2009, con el consenso de partidos e instituciones para «garantizar que no habrá recortes o privatizaciones en los servicios fundamentales» como salud, educación, dependencia o servicios sociales. Una defensa del modelo social público que también fue defendida por Griñán en su encuentro con los líderes sindicales, a los que comprometió su apoyo a renovar la concertación social «desde la formulación del programa».

Por su parte, Arenas se refirió a los casos de corrupción y aseguró que su «gobierno del cambio» tendrá 500 millones de euros más para destinar a proyectos en la comunidad. Esta es la cifra que, según los cálculos de su partido, se habrían defraudado en el caso de los ERE, aunque la jueza instructora ha calculado de momento la responsabilidad civil en 900 millones.

Este aumento de las partidas iría acompañado además de una reducción de la estructura de los altos cargos de la administración en las provincias, acompasado con la reducción de Consejerías que ya ha anunciado en otras ocasiones. Asimismo, anunció un plan integral para el mantenimiento del sector pesquero.