El difícil ajuste entre la cualificación y las exigencias del mercado laboral
«En España el ajuste de exigencias entre los ciclos formativos superiores y las ocupaciones de alta cualificación es difícil, al contrario que ocurre en otras economías avanzadas». Es uno de los principales retos que señala el informe del Ivie para adaptar la formación a las exigencias del mercado laboral.
Una preocupación que también ha mostrado la OCDE, que llama a las autoridades a aprovechar el cambio que exige la crisis para formar a sus jóvenes en aquellas disciplinas que serán exigidas en el futuro por las empresas.
El estudio del instituto económico revela que la ocupación en el colectivo de trabajadores con estudios superiores ha crecido una media del 1,3% en los últimos cuatro años. En el caso de Castilla y León el crecimiento del empleo en este colectivo se situó en el mismo periodo en un 3%.
Se observa «una recomposición del empleo de la población con estudios superiores hacia una ocupación de cualificación más alta, más afín a su formación»; y se pone en evidencia también, según los analistas, «una progresiva mejora hacia un uso más eficiente de los recursos humanos más cualificados».
En León el año pasado se contrataron casi 18.000 trabajadores para este tipo de ocupaciones especializadas.
Reparto por sexos. Sólo entre los directivos y gerentes y entre los técnicos profesionales de apoyo el reparto de contratos está más o menos igualado entre los dos sexos; aunque en el caso de los puestos directivos sigue predominando la presencia masculina. En el resto, el reparto está claramento polarizado.
Las mujeres son mayoría entre los técnicos y profesionales de la salud y la enseñanza; y de forma masiva en los empleos de oficinas.
A cambio, la presencia masculina es mayoritaria entre los técnicos contratados para realizar actividades científicas e intelectuales.
Fuera de estas ocupaciones que requieren un nivel más alto de cualificación, la diferencia de actividades en función del sexo es mucho más marcada. Las mujeres ocupan la mayor parte de los puestos de trabajo tanto en los servicios de restauración y comercio como entre los trabajadores de los servicios en el sector sanitario; así como entre el personal no cualificado del sector terciario.
Enimentemente masculinas son las actividades de seguridad, agricultura, construcción, industria y maquinaria.