Griñán se echa en manos de IU en pro de la «estabilidad»
José Antonio Griñán está decidido a hacer que en Andalucía haya un Gobierno de izquierdas porque, según dijo, ese ha sido el «mandato de las urnas». Pero lo que no aclaró ayer el presidente de la Junta es si aún aspira a gobernar en solitario con el respaldo condicionado de la gran triunfadora de las elecciones autonómicas, Izquierda Unida.
La posición parece más bien estratégica. El dirigente andaluz, que ha resistido el envite del PP pero no pudo evitar que buena parte de los descontentos con su formación se inclinaran por la coalición de izquierdas, dio a entender que una alianza de Gobierno es más probable cuando habló de la necesidad de un Ejecutivo «estable».
La prioridad ahora, según Griñán y dada la situación económica, es formar cuanto antes -previsiblemente después de Semana Santa- un gobierno «paritario», para lo que han empezado los contactos previos, aunque aún no las negociaciones, con IU.