El Bierzo, a medio gas
La alta incidencia en las principales industrias contrastó con el débil seguimiento en la pizarra y aún más en el comercio y la hostelería en un día sin incidentes.
La huelga en el Bierzo tuvo su principal reflejo en algunos de sus mayores focos industriales. En Vitro se detuvo toda la actividad. Lo mismo que en la eólica LM. Y en la acerera Roldán (400 obreros) apenas se sobrepasaron los servicios mínimos. En Endesa se alcanzó un paro del 40%, aunque la eléctrica atribuyó ese porcentaje en general a sus dos principales centros de producción del Noroeste, Compostilla y As Pontes en Galicia.
En la pequeña industria el seguimiento fue bastante irregular. Los cierres de una parte desigual de naves de los polígonos empresariales se fueron levantado a lo largo de la jornada. Eso fue lo que ocurrió por ejemplo en Bembibre. En cambio, en las explotaciones pizarreras, la afluencia a las canteras, donde se emplean más de un millar de trabajadores, resultó bastante elevado, según fuentes patronales.
Fueron las dos grandes caras del seguimiento de la huelga a escala industrial. De otro lado, en el sector servicios la repercusión de la convocatoria fue bastante escasa. En principal referente de esta nota generalizada fue Ponferrada. El comercio y la hostelería abrió sus puertas en gran medida con normalidad. De manera especial en el centro de la capital berciana. Aunque los piquetes fueron capaces de disuadir a los comerciantes del centro El Rosal, donde los que iniciaron la mañana trabajando fueron cerrando sus puertas con el paso de las horas hasta reanudar luego su actividad a media tarde.
En el ámbito de los servicios, no obstante, el call center de Sykes, que emplea a más de 800 personas, vio como el seguimiento se acercaba al 60%.
El mayor piquete sindical se había concentrado durante la mañana a las puertas del centro comercial El Rosal, donde se hicieron notar los anarcosindicalistas de la CGT. «Estamos hartos de los puños y las rosas y de las gaviotas. Son distintos perros con los mismos collares, los de la banda y el capital», tronaba la megafonía de un automóvil adornado con el rojo y el negro del sindicato. El seguimiento de la huelga en el centro comercial, sin embargo, comenzó siendo desigual, con el hipermercado Carrefour cerrado, para contar con todos los comercios abiertos, incluida la gran superficie, a las 18.00 horas, según la dirección del complejo. Los clientes eso sí, fueron escasos durante todo el día. Los primeros en entrar, abucheados por el piquete, un grupo de adolescentes que cambió el colegio por el consumo.