La intervención del Banco de España provoca una ola de rectificaciones
«El Banco de España no determina si una cláusula es abusiva o no, no se pronuncia en eso; para ello anima a acudir a los tribunales», indican fuentes autorizadas de la entidad. Pero sus dictámenes, cada vez más numerosos aunque no sean vinculantes, provocan cada año una cascada de rectificaciones por parte de las entidades acreedoras en favor de sus clientes.
El trabajo de la entidad se limita, según la misma fuente, a conocer si la firma del contrato siguió las buenas prácticas financieras respecto a la información facilitada al cliente. «El criterio, básicamente, es saber si la entidad hizo lo posible por explicar adecuadamente el contrato». Y si hay incumplimientos, la recomendación de sus técnicos es continuar la reclamación por la vía judicial. «Si hay una práctica realmente abusiva lo tiene que decidir un juez».
El servicio de reclamaciones resuelve las quejas que presentan los usuarios de las entidades supervisadas por el Banco de España relacionada con intereses y derechos legalmente reconocidos. Funciona como ventanilla única con la CNMV y la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones. Su último informe proporciona datos del 2010 y ninguno provincial. Pero la tendencia es la misma en todos los territorios: la reacción de los usuarios de servicios financieros es notablemente creciente. En Castilla y León se presentaron 888 nuevas reclamaciones, lo que hace una media de trece expedientes por cada mil millones de euros de actividad financiera (70.454 millones en el 2010). Un año antes, el ratio era de diez reclamaciones. Asimismo, 41 de cada cien mil ciudadanos de Castilla y León mayores de 16 años fueron reclamantes frente a los 34 del año anterior.