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Un arquitecto leonés gana un concurso para reconstruir 192 favelas en Sao Paulo

El estudio de Raúl Alonso rehabilitará 5.843 metros cuadrados con un presupuesto de 68 millones.

El proyecto del arquitecto leonés rehabilita la zona de favelas en el barrio de Cordeiro de Sao Paolo.

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pacho rodríguez | madrid
León

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El arquitecto leonés Raúl Alonso inicia en Cordeiro 1, en Sao Paulo, la recuperación de una zona de favelas, después de ganar el concurso del proyecto desde su estudio Interurbano. El arquitecto leonés rehabilitará 192 viviendas de las 1.057 de la zona afectada, que ocupan una superficie de 5.843 metros cuadrados, el 11,27% del total. Alonso sacará adelante una de las 22 zonas distintas que salieron a concurso con un presupuesto total de 1.500 millones de euros de los que 68 millones son para el proyecto del arquitecto leonés.

La arquitectura que sueña no se divide en posible o imposible. El leonés Raúl Alonso incorpora a esos términos ineludibles, muchos otros factores que hablan de la habitabilidad y convivencia. Lo suyo podría ser una arquitectura sociológica destinada a fajarse en la infinitud del desarrollo sostenible. Hace arquitectura que piensa en la economía, en la sociedad, en el urbanismo, en el ahorro de costes, en el respeto al Medio Ambiente. Piensa cosas así para León, pero se va a Río de Janeiro, donde, con su estudio compartido Interurbano, en Madrid, ha ganado un concurso para la recuperación de un barrio de Sao Paulo. Favelas y un país emergente serán el contexto extremo del todo es posible en el capitalismo, que le esperará cuando el 14 de abril parta para Brasil.

«Nos dimos cuenta de que era un concurso para nosotros. Creo que somos especiales en que miramos no solo a la arquitectura, sino a otros apartados que al final tienen mucho que ver o influir mutuamente como son la sociología o la economía. Ese es nuestro fuerte y en este proyecto tiene que haber mucho de eso». Se refiere Raúl Alonso a que esa zona de Sao Paulo, llamada Cordeiro 1, en la que se desarrolla este proyecto que tiene ocho meses para su realización, es una zona humilde y de favelas. Un kilómetro y medio de diámetro en el que el caos ha sido casi un mandato: «La zona de favelas es una zona sin control de construcción, sin cables, sin luz… Hay que regularizar las viviendas… A partir de esa situación tan peculiar, nuestro trabajo tiene que ser eficaz en rediseñar las propias calles, abrir zonas, ensancharlas, pensar cómo son las infraestructuras, crear las nuevas viviendas…», relata Alonso que añade además que el agua que discurre por este perímetro de acción de su proyecto en elemento fundamental que, como en muchos otros casos, se encontraba desplazada o ignorada por la vida del día a día en el barrio.

El proyecto se llevará a cabo durante ocho meses y el propio estudio, formado también por Paloma Siqueira y Valentina Taviese, brasileña e italiana, respectivamente, podría optar a la dirección de obra. La aventura cuenta además con el atractivo indudable de que Brasil es uno de los países denominados como emergentes. Al respecto, Raúl Alonso explica que «se percibe esta circunstancia. Para bien. Aunque en temas relacionados con la sostenibilidad y la ecología están en una etapa inicial, lo suplen con la receptividad que muestran a la hora de incorporar estos conceptos. Por ejemplo, la seguridad, como un concepto sociológico para contribuir a qu los ciudadanos vivan cada vez mejor en las ciudades», relata.

Son muchas otras las señas de identidad que marcan la personalidad de Interurbano, aunque puede decirse que la arquitectura bioclimática y la urbanización sostenible, en el amplio contexto del Medio Ambiente, la economía y la sociedad, son el terreno en el que quieren moverse. Por ello, Raúl Alonso habla de su ciudad, en donde hace tiempo pensó su solución personal para llevar a cabo al integración del AVE en León, «pero de manera realmente sostenible», matiza, para añadir: «Y con el importante ahorro de muchos millones de euros», afirma, además de relacionarlo con una reducción de la molestia social a los vecinos y ciudadanos de la zona, además del impacto medioambiental.

Una cuestión leonesa

Alonso, en un estudio que llevó a cabo con profesores de la Escuela de Madrid, propone «una pequeña modificación del trazado, hacia una franja de solares, que mantendría la estación en el lugar previsto, pero el enterramiento de la vía no necesitaría ni muros ni cubrición de hormigón. Los pasos serían por medio de puentes, próximos entre ellos, y muy económicos. Se haría un parque colchón para absorber el ruido, y el parque uniría esas dos zonas de la ciudad. Con todo lo que se eliminaría de trazado el coste se minimizaría», relata el leonés, «esto ya se lo he contado a quienes tienen posibilidad de hacer algo. Pero no han hecho nada», asegura.