Una acción concreta en un barrio deprimido
Entre las intenciones fundamentales de este proyecto es contribuir a crear calidad de vida, un barrio sostenible, eliminar problemas de salud y potenciar la seguridad.
Todas estas características se reflejan en decisiones arquitectónicas que, tal y como explica el leonés Raúl Alonso «se refieren decisiones como la situación de las nuevas plazas y zonas verdes, corazones y pulmones de la operación urbana, compañeros inseparables de los cursos de agua, recuperados y depurados con la ayuda de sistemas naturales de fitoremediación y fitodepuración, 10 veces más baratos, bellos y menos contaminantes que las actuales depuradoras…», afirma. Otra de las acciones concretas tienen como sentido incorporar una estructura urbana a un lugar que no lo tenía, y que crece a impulsos de masificación y caos.
En este punto, Interurbano atiende a aspectos como los nuevos recorridos de suave pendiente, abiertos con cirugía de mínimo impacto, en una zona de grandes desniveles de hasta el 35%, «devolviendo la ciudad a peatones y ciclistas, verdadero germen de una vida urbana saludable y placentera», relata, algo que define a la perfección gran parte de la arquitectura comprometida en la que trabaja Raúl Alonso y su estudio en Madrid Interurbano.