La actividad de hoteles y bares cayó cerca de un 10% en la capital leonesa
La Semana Santa cerró ayer sus puertas en León con un balance que es reflejo de la situación general que vive el sector en la provincia. Por un lado, los días de Pasión, especialmente del Jueves Santo al Domingo de Resurrección, siguen siendo los días más fuertes del año para bares, restaurantes y hoteles, aunque la lluvia ha trastocado los planes más optimistas, con una caída de ventas del 10% respecto al año pasado. «Ha bajado, pero también es cierto que la gente consume menos por la crisis», comenta Pedro Llamas, presidente de la Asociación Provincial de Hostelería.
Llamas cree que, de todas formas, «no hay que quejarse. Es una situación en la que se trata más de tapar los agujeros de un mal invierno. Lo que no se puede pensar es en hacer el agosto con la que está cayendo».
La Semana Santa es la época del año con más ventas para el sector. «Gente ha habido, no se puede negar», añade Llamas, a la espera de que San Juan dé un nuevo empujón al sector.
A los hoteles les pasa un poco igual. Más que el tiempo, es la crisis la que ha reducido las reservas en comparación al año pasado, explica el portavoz del sector, Jaime Quindós. La ocupación, en este caso, ha estado en un 90% en los días considerados fuertes, Jueves y Viernes Santo. Y eso que el número de plazas es menor después del cierre del Cortes de León, que tenía un centenar de habitaciones. En la capital, entre hoteles y hostales, hay unos 29 establecimientos.
Lo que no ha habido son cancelaciones por el tiempo. «El año pasado también llovió -recuerda Quindós-. No es un dato significativo».
Para el comercio, en cambio, no es que sean días de muchas ventas, porque sólo abre el sábado, pero sí se ha notado que León estaba llena de turistas. «Se nota que la gente que entra en las tiendas es de fuera. Yo he notado mucho turista de Madrid, Barcelona, Asturias ... incluso de Benavente», comenta el presidente de Aleco, Javier Menéndez, que cree también que la lluvia influyó. «Los comerciantes ya miramos al cielo como los agricultores», señaló.