El PSOE se ofrece a rehacer los consensos ante la realidad de España

Unas horas antes del anuncio gubernamental del recorte de 10.000 millones en sanidad y educación, Alfredo Pérez Rubalcaba se había puesto el traje de hombre de Estado para ofrecer a Rajoy la colaboración del PSOE porque la situación económica y financiera de España es «muy delicada» y la imagen de división interna es la peor tarjeta de visita ante los mercados internacionales. La oferta, con todo, tenía envoltorio envenenado porque el pacto, según el líder de la oposición, pasa por una revisión de todas las políticas gubernamentales.

El secretario general del PSOE aseguró antes de conocer los planes gubernamentales en eduación y sanidad que a su partido «no le importa fortalecer» al Gobierno siempre que ese gesto se traduzca en un fortalecimiento de «la posición de España», que pasa por «malos momentos» ante la incredulidad de los mercados respecto a las reformas puestas en marcha por el Ejecutivo. Rubalcaba señaló que los socialistas están dispuestos a rehacer los consensos rotos en estos primeros cien días de gestión de Rajoy, rupturas que en todo caso achacó al Gobierno y en ningún momento a su partido.

Señaló que el Ejecutivo hizo saltar por los aires el consenso social con la reforma laboral y su determinación en no introducir cambios de calado en la misma pese a la insistencia sindical de abrir un diálogo. También quebró, según Rubalcaba, el consenso institucional con las comunidades autónomas al forzar a sus gobiernos a hacer recortes en el gasto sin discutir antes la posibilidad de introducir fórmulas de ajuste menos traumáticas. Por último, añadió el líder opositor, rompió el consenso político que alcanzó en agosto pasado con el PSOE para llevar a cabo una reforma constitucional que consagrara la estabilidad presupuestaria.

«En tres meses -denunció el secretario general del PSOE- se han roto los consensos básicos». Una situación que Rubalcaba atribuyó a la forma de hacer política del PP, que «está gobernando» de la misma forma en que hizo «oposición». Esto es, resumió, sin contar con el PSOE ni con otras fuerzas políticas ni con los agentes sociales porque «antepone sus intereses» como partido a «los de España».

Rubalcaba se ha mostrado preocupado por la marcha de la economía y el aumento del paro, lo que ha generado desconfianza en los países del entorno y de los mercados, a pesar de que ya se conocen los Presupuestos que, en su opinión, al incidir en los ajustes y no prever medidas para expandir la economía, provocan más desconfianza. Ha recordado que lleva meses diciendo que solo con ajustes y sin políticas de crecimiento no se puede salir de la crisis y que el resultado está siendo más recesión y unos mercados que saben que puede haber dificultades para pagar los intereses de la deuda.

Se ha referido a los cien días del Gobierno y ha señalado que en este período han subido los impuestos, a pesar de negarlo en campaña y han hecho «tabla rasa» de los derechos laborales, además de «recortes» en educación y sanidad. Tras afirmar que ese no es «el rumbo adecuado» para salir de la crisis, Rubalcaba ha insistido en que el Gobierno, «con algunas aptitudes», antepone sus intereses particulares a los de España.