Multimillonarias pérdidas en juicios e inversiones
Argentina no está en el mejor momento para una expropiación. Si se toma como cierto el supuesto proyecto de ley que circuló estos días en despachos parlamentarios, se requerirían 5.000 millones de dólares para adquirir la mitad de las acciones de YPF. Y, una vez que desembolse ese dinero, haría falta mucho más dinero para poner en marcha nuevos pozos, y muchísimo más para explotar el gigantesco yacimiento de Vaca Muerta.
A algunos funcionarios los acecha el fantasma de Aerolíneas Argentinas. La empresa de bandera, privatizada en los años noventa y controlada por Iberia, fue nacionalizada y, más allá de la aparente satisfacción de la presidenta con la marcha de la compañía, los costos de mantenerla operativa le dan más de un dolor de cabeza.
En el gobierno argentino los que quieren un cambio en YPF no son un bloque homogéneo. La última palabra la tiene Cristina Fernández