Herrera exige a Rajoy priorizar y reanudar las obras para la llegada del AVE a León

El presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, reclamó ayer en La Moncloa, en una reunión mantenida con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que se prioricen en el presente ejercicio las obras de la llegada del AVE a León. El encuentro entre los dos altos cargos, que se prolongó durante más de una hora, contenía un compendio de las necesidades de la Comunidad en cuanto a políticas sectoriales de incidencia económica, y Herrera, además de mostrar su apoyo a las medidas tomadas por el Gobierno central, remarcó la necesidad de cumplir con los compromisos adquiridos en infraestructuras de comunicación.

Esta exigencia de la llegada del AVE a León coincide con la circunstancia de que mientras el tramo leonés se encuentra parado, pese a que las obras están adjudicadas, en lo que respecta a Galicia ha recibido el apoyo en forma de ayudas millonarias procedentes del Gobierno.

Herrera, de esta forma, transmitió a Rajoy la imperiosa necesidad de «priorizar las obras ya en marcha en los corredores de Alta Velocidad Ferroviaria Palencia-León, con destino al Principado de Asturias», tal y como señaló, y dentro de un paquete en el que se incluyen otros proyectos que afectan al territorio castellano y leonés.

Para que el contexto fuera más leonés, si cabe, Juan Vicente Herrera rescató aquel Consejo de Ministros de 2004 celebrado en San Marcos por el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, como prueba de incumplimientos del gobierno anterior, «anunciados a bombo y platillo», tal y como señaló.

Por ello, el titular del gobierno autonómico aseguró que «duele que no sea así», en referencia a otra de las grandes infraestructuras esperadas por esta provincia, como es la autovía León-Valladolid, también pendiente, considerada por Herrera como una necesidad inmediata y sobre la que aseveró que «ya tenía que estar en servicio», dijo.

Al parecer, coincidió en este lamento con Mariano Rajoy, puesto que ambos consideraron que aquellos años se han traducido en oportunidades perdidas para modernizar las infraestructuras de la Comunidad, con fondos europeos incluidos que no llegaron a su fin, tal y como llegó a matizar.

Cuencas y cielos abiertos

Respecto al futuro de las cuencas, Herrera transmitió a Rajoy que la defensa de la actividad de las comarcas mineras es una prioridad, como sector estratégico al que no hay que acortar su futuro.

En este sentido, el presidente autonómico explicó que «he defendido la actividad de las cuencas mineras. Hemos observado, y coincidido ambos, en ese carácter diabólico que vincula las ayudas al cierre del 2018. Si en el 2018 son rentables deben continuar», relató. Con esta idea, reforzó su planteamiento del mantenimiento del peso del carbón autóctono en el mix energético.

Asimismo, Herrera, que mantendrá este jueves una reunión en Bruselas con el comisario europeo competente en la materia, afirmó que reclamará el futuro de los proyectos medioambientales en el Alto Sil y el Valle de Laciana en las explotaciones en cielos abiertos.

Al respecto, destaca la circunstancia de que únicamente están en jaque la explotación Nueva Julia, cerrada por una sentencia de la Unión Europea, y la de Fonfría, sobre la que la Junta teme que corra la misma suerte.

En su cita con Rajoy, también defendió el futuro de la Ciuden como proyecto innovador. De presidente a presidente coincidieron en que es imprescindible mantener el apoyo al proyecto de oxicombustión de Compostilla. Herrera le transmitirá lo mismo al comisario europeo este jueves, así como asegurar la existencia de recursos para diversificación de actividad en las zonas mineras.

Política agraria

Otro apartado que afecta de lleno a la economía de la provincia fue abordado por el presidente de en el sentido de trabajar de forma coordinada para garantizar la subsistencia del sector agrario. La PAC, según indicó Herrera, tiene que presentarse ante Europa como un proyecto en el que primen los intereses de todo el sector, de modo en que los que salgan potenciados sean los agricultores, en cuanto a que se fomente una política de producción de calidad y a precios competitivos.