El perfil | un político al sprint que tiene claro su objetivo
De saga familiar de fotógrafos (por ejemplo, su tio Aniceto Dorado, en la calle Colón), lo de Javier Dorado era el ciclismo. Y un día, en Galicia, al ir a entrenar se topó con que no podía porque había un mitin de Aznar. Era 2001, y se quedó a escuchar las promesas que leía en tierras leonesas en la propaganda electoral que llegaba a casa de sus abuelos. Y, así, además de quedarse al mitin se quedó en la política hasta hoy. Con 13 años entró en Nuevas Generaciones. Con 14 era secretario local de Enseñanzas Medias. Y a los 18, presidente provincial de Pontevedra de NN. GG. Se conoce León al dedillo. De Papalaguinda al Barrio Húmedo. Y esquía en Pajares siempre que puede. Adora Ciñera, Casares de Arbas, sus valles, pero, ante todo, Las Tres Marías. Cualquier paisaje de León es digno de destacar. Es más, en cuestiones musicales descubrió a los leoneses The Bright por la belleza de los videos de Juan Marigorta. Ah! entre tanto hizo Derecho. Y es del Atleti y de La Hullera. De Rajoy y de Núñez Feijoo. Dice que Madrid se le queda grande pero se lo está comiendo. Y no da el perfil de chico para todo del PP. Pero es un piropo.