Otegi seguirá preso hasta el 2016 y no será candidato hasta los 64
El Supremo rebaja de diez a seis años y medio su condena.
Arnaldo Otegi seguirá en la cárcel, al menos, hasta abril del 2016 si antes no accede a ningún beneficio penitenciario. El exlíder de Batasuna además, si no media un indulto, no podrá ser candidato de ningún partido hasta el 2022, cuando cumpla 64 años. El Tribunal Supremo cerró ayer, casi de forma definitiva, cualquier posibilidad de excarcelación inmediata al rebajar de diez a seis años y medio de cárcel su condena por intentar resucitar la ilegal Batasuna en el 2008 y el 2009 a través del denominado proyecto ‘Bateragune’.
El alto tribunal, una vez más dividido, acordó también la misma reducción de pena para el exsecretario general del sindicato LAB, Rafael Díez Usabiaga. Los magistrados consideraron que ambos, aunque participaron de manera activa en un proyecto de ETA, no lo hicieron como cabecillas de la organización por lo que les condenó por un delito de integración, pero no como dirigentes, como hizo la Audiencia Nacional el pasado septiembre. La sala de lo Penal del Supremo, en una resolución de 170 páginas, rebaja también de ocho a seis años las penas a los otros tres condenados entre proceso, Miren Zabaleta, la extesorera del PCTV, la militantes de la izquierda aberzale Sonia Jacinto, y el responsable de Haika en Álava Arkaitz Rodríguez.
El fallo, que mantiene intacta la inhabilitación por diez años dictada por la Audiencia Nacional, no es unánime y cuenta con dos votos particulares discrepantes de los cinco magistrados, los de los jueces Miguel Colmenero y Alberto Jorge Barreiro.
No eran cabecillas
El Supremo, que admite de forma parcial los recursos de los acusados, niega la «catalogación de dirigentes» de Otegi y Usabiaga porque, aunque ellos parecían coordinar el proyecto de reactivar la coalición clandestina, esto no implica que fueran jefes de la banda terrorista. «
Los jueces no estiman la petición de la defensa de Otegi de que se repita el juicio por la parcialidad de la presidenta del tribunal de la Audiencia Nacional, Ángela Murillo, quien ya mantuvo un desencuentro con el exportavoz de Batasuna durante el juicio por enaltecimiento del terrorismo durante el homenaje al aterra José María Sagarduy.